TEXTO DIARIO, De hoy Domingo 24 de enero del 2021.
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Domingo 24 de enero del 2021
El verdadero amigo es un hermano en tiempos de angustia (Prov. 17:17).
Por todo el mundo, muchos siervos de Jehová se enfrentan a situaciones muy difíciles e incluso dolorosas. Algunos tienen una enfermedad grave o han perdido a un ser querido en la muerte. Otros sufren el intenso dolor que les causa que un familiar o un amigo cercano deje la verdad. Y hay quienes tienen que aguantar las consecuencias de los desastres naturales. Todos ellos necesitan alivio de sus sufrimientos. ¿Cómo podemos ayudarlos? Seamos un amigo leal. Los amigos leales se sacrifican por sus hermanos. Veamos el siguiente caso. A un hermano llamado Peter le diagnosticaron una enfermedad terminal muy agresiva. Su esposa, Kathryn, dice: “Un matrimonio de la congregación nos llevó a la cita médica en la que nos dieron el diagnóstico de Peter. Decidieron que no nos dejarían solos durante aquel doloroso proceso, y han estado a nuestro lado siempre que los hemos necesitado”. ¿No es cierto que nos reconforta tener amigos de verdad que nos ayudan durante las pruebas? w20.01 8 párr. 1; 9 párr. 5; 10 párr. 6.
SEAMOS CONFIABLES COMO TÍQUICO
De acuerdo con Colosenses 4:7-9, ¿cómo demostró Tíquico que era confiable?
Tíquico, cristiano de la provincia romana de Asia, fue para Pablo un amigo muy confiable (Hech. 20:4). Hacia el año 55, el apóstol organizó una colecta para socorrer a los cristianos de Judea, y quizás le pidió a Tíquico que colaborara en esa importante misión (2 Cor. 8:18-20). Tiempo después, la primera vez que Pablo estuvo preso en Roma, Tíquico fue su mensajero personal. Entregaba las cartas y los mensajes de ánimo del apóstol a las congregaciones de Asia (Col. 4:7-9).
Tíquico siguió siendo un leal amigo de Pablo (Tito 3:12). No todos los cristianos de entonces eran tan confiables como él. Por ejemplo, la segunda vez que el apóstol estuvo preso en Roma, alrededor del año 65, escribió que muchos cristianos de la provincia de Asia no se relacionaban con él, posiblemente por miedo a los opositores (2 Tim. 1:15). En cambio, confiaba en Tíquico y le encargó una labor más (2 Tim. 4:12). Está claro que el apóstol valoraba contar con un amigo tan bueno.
¿Cómo podemos ser igual que Tíquico?
¿Cómo podemos ser amigos tan confiables como Tíquico? Una manera es dando la ayuda que hemos prometido (Mat. 5:37; Luc. 16:10). Quienes necesitan ayuda se sienten muy aliviados cuando saben que pueden confiar en nosotros. Una hermana dice cuál es el motivo: “Estás tranquila porque sabes que la persona hará a tiempo lo que te prometió”.
Como indica Proverbios 18:24, ¿quiénes pueden consolar a los que pasan por una prueba o sufren una desilusión?
Los que pasan por una prueba o sufren una desilusión encuentran alivio cuando se sinceran con un amigo en el que confían (lea Proverbios 18:24). Así se sintió un hermano llamado Bijay. Cuando su hijo fue expulsado, dijo: “Necesitaba desahogarme con alguien de confianza”. Otro hermano, Carlos, cometió un error y perdió una asignación que valoraba mucho. Confiesa: “Necesitaba encontrar a alguien con quien hablar sin el miedo a sentirme juzgado”. Los ancianos fueron quienes lo ayudaron a superar la situación. Además, lo tranquilizaba saber que eran discretos y no hablaban con nadie sobre lo que él les contaba.
¿Cómo podemos ser amigos confiables?
Debemos cultivar paciencia para ser amigos confiables. A Zhanna la abandonó su esposo. ¿Qué la aliviaba en esa triste situación? Hablar de sus sentimientos con sus amigos cercanos. Dice: “Aunque probablemente repetía lo mismo una y otra vez, ellos me escuchaban con paciencia”. Nosotros también seremos buenos amigos si sabemos escuchar.
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