BUSQUEMOS PERLAS ESCONDIDAS: 24-30-Marzo-2025, PROVERBIOS 6, Respuestas.

Busquemos perlas escondidas (10 mins.)

Pr 6:16-19. ¿Son los pecados mencionados en estos versículos las únicas cosas que Jehová odia? (w00 15/9 27 párr. 4).

Las siete categorías fundamentales que menciona el proverbio abarcan prácticamente todo tipo de males. Los “ojos altaneros” y “un corazón que fabrica proyectos perjudiciales” son pecados que se cometen con el pensamiento. “Una lengua falsa” y “un testigo falso que lanzan mentiras” aluden a transgresiones que se cometen con las palabras. Las “manos que derraman sangre inocente” y los “pies que se apresuran a correr hacia la maldad” tienen que ver con obras impías. Y para Jehová es especialmente odioso el que gusta de provocar contiendas entre personas que de otro modo morirían juntas en paz. El incremento de seis a siete indica que la lista no es completa, ya que los seres humanos siguen multiplicando sus malas obras.

COMENTARIOS ADICIONALES

Proverbios 6:16-19 menciona siete cosas que Jehová odia, pero eso no significa que sean las únicas. Estas categorías abarcan casi todo tipo de maldad, e incluyen pecados cometidos con el pensamiento, las palabras y las acciones. Sin embargo, el aumento de seis a siete indica que la lista no es exhaustiva, pues los seres humanos siguen multiplicando sus malas obras. Esto nos enseña que Jehová odia todo lo que es injusto y que debemos esforzarnos por alejarnos de cualquier conducta que lo desagrade.

No, estos versículos nos muestran solo algunos ejemplos de lo que Jehová odia, pero no son los únicos pecados. La lista de seis cosas, que luego se convierte en siete, muestra que siempre hay más formas en que las personas pueden hacer lo malo. Jehová odia el orgullo, las mentiras, la violencia, las malas acciones, y especialmente a aquellos que provocan peleas entre personas que podrían vivir en paz. Esto nos enseña que todo lo que cause daño a los demás, ya sea con pensamientos, palabras o acciones, está en contra de lo que Jehová aprueba.

Jehová odia especialmente a quienes provocan contiendas entre personas que podrían vivir en paz. La unidad y la armonía son esenciales para una sociedad saludable, y aquellos que causan división destruyen la paz que Jehová quiere entre las personas. Por eso, además de otros pecados, provocar discordia es uno de los más graves para Jehová.

Los pecados mencionados en estos versículos no son las únicas cosas que Jehová odia. Aunque se mencionan siete categorías fundamentales de males, la lista no es exhaustiva. De hecho, el incremento de seis a siete indica que hay otros pecados y actitudes que también son odiosos para Jehová. La naturaleza humana es capaz de multiplicar sus malas obras, por lo que es improbable que esta lista sea completa.

Es interesante notar que la lista de pecados mencionados en Proverbios capítulo 6:16-9, no solo se enfoca en acciones externas, sino también en actitudes y pensamientos internos. Por ejemplo, “ojos orgullosos” y “un corazón que trama planes perversos” son pecados que se cometen en el corazón y la mente antes de que se manifiesten en acciones externas. Esto nos recuerda que Jehová no solo juzga nuestras acciones, sino también nuestras intenciones y motivaciones.

Claro que no, el incremento de seis a siete indica que la lista no es completa, ya que los seres humanos siguen multiplicando sus malas acciones, sus malas obras, sus pecados. Esto nos hace pensar seriamente en que, si nosotros estamos en la congregación pero continuamos siendo orgullosos, mentirosos, altivos o procuramos el mal a los demás, deberíamos tomar medidas inmediatas para arrepentirnos delante de Jehová y hacer un cambio verdadero.

No, los pecados mencionados en estos versículos no son las únicas cosas que Jehová odia. Las siete categorías mencionadas en Proverbios abarcan una amplia variedad de pecados, incluyendo pensamientos, palabras y acciones impías. Sin embargo, el hecho de que se mencionen seis y luego siete indica que la lista no es exhaustiva. Los seres humanos continúan multiplicando sus malas acciones, y Jehová odia todo lo que va en contra de su justicia y sus principios.

Un punto a recalcar es que los pecados mencionados abarcan pensamientos, palabras y acciones, lo que nos enseña que Jehová examina no solo lo que hacemos, sino también lo que sentimos y planeamos en nuestro corazón. Esto nos anima a cultivar pensamientos puros y motivaciones correctas, ya que nuestras intenciones también son importantes a los ojos de Dios.

Otro punto a recalcar es que los pecados mencionados no solo afectan a quien los comete, sino que también dañan a otros. Por ejemplo, la mentira, la violencia y la discordia pueden destruir la confianza, la paz y la unidad. Esto nos recuerda que nuestras acciones y actitudes tienen un impacto en quienes nos rodean y que debemos esforzarnos por reflejar las cualidades de Jehová en todo momento.

Los pecados mencionados en estos versículos no son las únicas cosas que Jehová odia. Esta lista de siete pecados no es completa; además, el incremento de 6 a 7 sugiere que hay otros pecados que Jehová también aborrece, ya que los seres humanos seguimos multiplicando nuestras malas obras.

Es de destacar que aquí Proverbios no está mencionando seis o siete pecados, sino categorías de pecados que abarcan una amplia gama de transgresiones: desde pecados de pensamiento, como los ojos altaneros y el corazón que fabrica proyectos perjudiciales, hasta pecados de palabra, como la lengua falsa y el testigo falso que lanza mentiras, y pecados de acción, como las manos que derraman sangre inocente y los pies que se apresuran a correr a la maldad.

También están los pecados que perturban la paz. Allí se destaca especialmente el pecado de provocar contiendas entre personas que, de otro modo, morarían juntas en paz. Es decir, los pecados que rompen la armonía, la unidad y la paz de la congregación.

¿Qué perlas espirituales ha encontrado en la lectura bíblica de esta semana?

Proverbios 6:1. Este proverbio no se opone a la generosidad, aunque sí aconseja contra implicarse en los tratos de negocio de otros, especialmente extraños. Se suponía que los israelitas ayudaran a su hermano que hubiera ‘empobrecido’. Pero algunos se envolvieron en empresas comerciales especulativas y obtuvieron apoyo financiero persuadiendo a otros a ‘salir fiadores’ en beneficio de ellos, hasta prometiendo pagar a sus acreedores si fuera necesario. Si alguien se metía en un aprieto de esa índole, quizás por jactancia, el consejo prudente era librarse del aprieto sin dilación.

Proverbios 6:4. Si nos hallamos en un aprieto por haber actuado de una manera que al principio parecía prudente, pero que después de un examen más cuidadoso vemos que no lo es. El consejo es dejar a un lado el orgullo y humillarse, e inundar con importunaciones a nuestros semejantes, es decir, con reiteradas peticiones. Debemos hacer todo lo que podamos por arreglar la situación. Una obra de consulta lo expresa así: «Revuelva cielo y tierra hasta que llegue a un acuerdo con su adversario y arregle el asunto, de modo que su compromiso no se vuelva contra usted o los suyos». Mejor es retirarse de un compromiso imprudente, si es posible, que dejarse atrapar por él.

Proverbios 6:10. Salomón se vale de dos preguntas retóricas para despertar al perezoso de su indolencia: «¿Hasta cuándo, oh perezoso, te quedarás acostado? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño?» Imitando su modo de hablar, el rey añade: «Un poco más de sueño, un poco más de dormitar, un poco más de cruzar las manos para estar acostado, y tu pobreza ciertamente vendrá, justamente como algún vagabundo, y tu carencia como un hombre armado.» Mientras el perezoso está acostado, la pobreza se apodera de él con la rapidez de un asaltante, y la escasez lo ataca como lo haría un hombre armado. Los campos del perezoso pronto se llenan de mala hierba y de ortigas. Sus empresas comerciales no tardan en sufrir reveses. ¿Por cuánto tiempo tolerará a un vago su patrón? ¿Puede esperar el estudiante perezoso tener éxito en la escuela?

Proverbios 6:12. Estos versículos describen al engañador. El mentiroso normalmente intenta encubrir su falsedad. ¿Cómo? No solo con «tortuosidad de habla», sino también mediante el lenguaje corporal. Un comentarista señala: «Los gestos, el tono de la voz e incluso las expresiones faciales son métodos calculados de engaño. Detrás de una fachada de sinceridad acecha una mente pervertida y un espíritu de discordia». El hombre que para nada sirve trama planes malvados y siempre causa contiendas. ¿Cuál será su fin? Por supuesto, su fin no es nada bueno.

Proverbios 6:15. Cuando se descubre al mentiroso, este pierde inmediatamente su buena reputación. ¿Quién confiará en él de nuevo? Su fin es en realidad desastroso, pues “todos los mentirosos” se incluyen entre aquellos que sufrirán la muerte eterna. Por tanto, ‘comportémonos honradamente en todas las cosas’.

Proverbios 6:17. En efecto, debemos cultivar una aversión a todo lo que Jehová odia. Por ejemplo, debemos evitar los “ojos altaneros” o cualquier otra manifestación del orgullo. Y, por supuesto, también hay que evitar el chisme, pues suele provocar “contiendas entre hermanos”. Difundir habladurías crueles, críticas infundadas o mentiras, posiblemente no sea lo mismo que derramar sangre inocente, pero sin duda puede arruinar la buena reputación de los demás.

Proverbios 6:21. La palabra hebrea para «garganta» se refiere a la parte anterior del cuello, donde se hallan los órganos del habla y la deglución. La importancia de la disciplina y de la autoridad de los padres, y por implicación, el notable valor de los mandamientos y leyes de Dios, se pone de relieve en la admonición de ‘atarlos alrededor de la garganta’, precisamente donde se llevan ornamentos hermosos y de mucho valor. Andar con la garganta estirada puede poner de manifiesto altivez. La Biblia dice de los hombres inicuos, mentirosos y que derraman sangre: «En la boca de ellos no hay nada fidedigno. Su garganta es una sepultura abierta.»

Proverbios 6:23. ¿Puede protegernos una crianza cristiana de la trampa de la inmoralidad sexual? Sí, pues se nos garantiza: “El mandamiento es una lámpara, y una luz es la ley, y las censuras de la disciplina son el camino de la vida, para guardarte de la mujer mala, de la melosidad de la lengua de la extranjera”. Recordar el consejo de la palabra de Dios y utilizarlo como ‘lámpara para nuestro pie y luz para nuestra vereda’ nos ayudará a resistir las melosas incitaciones de la mala mujer o, para el caso, del mal hombre.

Proverbios 6:25. La esposa adúltera pone en peligro el “alma preciosa” de su pareja ilícita. Estas palabras dan a entender más que solo el acortamiento de la vida que puede provocar el libertinaje. Dice una obra de consulta: «El pecador se hace reo de la pena de muerte.» En ningún caso debe desearse a una mujer así, independientemente de su belleza física.

Proverbios 6:5. Así como una gacela se mueve rápidamente para huir de un cazador, debemos hacer lo mismo cuando nos encontramos en una situación que podría ponernos en riesgo, especialmente en asuntos espirituales. No debemos dudar ni demorarnos cuando se trata de alejarnos de influencias dañinas o decisiones imprudentes.

Proverbios 6:16, 17. Una lengua mentirosa es otra cosa que Jehová odia. La mentira puede parecer inofensiva, pero siempre causa daño. Jehová es un Dios de verdad, así lo enseña Tito 1:2, y espera que sus siervos sean personas confiables y veraces.

Proverbios 6:16, 17. Si evitamos el orgullo, la mentira y la violencia, nos aseguramos de contar con la aprobación de Jehová. Él bendice a quienes se esfuerzan por actuar con justicia y amor.

Proverbios 6:19. Un testigo falso no solo miente ocasionalmente, sino que lo hace de manera intencionada para perjudicar a otros. Jehová valora la verdad y la justicia, por lo que engañar o distorsionar los hechos es una grave falta ante Él. Como cristianos, debemos ser sinceros en todo momento.

Proverbios 6:20, 21. Así como se ata algo valioso al cuello o se guarda en el corazón, la instrucción basada en la palabra de Dios debe ser recordada y aplicada en la vida diaria. Esto implica hacer que la sabiduría bíblica influya en nuestras decisiones y acciones.

Proverbios 6:22. Este versículo resalta cómo los mandamientos de Jehová nos protegen y nos orientan en cada aspecto de la vida. Al seguir su instrucción, obtenemos una guía confiable en nuestras decisiones diarias. Si meditamos en las enseñanzas de Jehová y las aplicamos, evitaremos caminos peligrosos y tomaremos decisiones sabias.

Proverbios 6:23. Nos muestra que, así como una lámpara ilumina el camino en la oscuridad, los mandamientos de Jehová nos ayudan a tomar decisiones sabias y evitar peligros espirituales. 

Proverbios 6:23. En un mundo lleno de incertidumbre, la palabra de Dios nos da una guía confiable. Sus mandamientos son como una lámpara que ilumina nuestro camino, evitando que tropecemos. Debemos confiar en la dirección de Jehová más que en nuestra propia comprensión.

Proverbios 6:25. La advertencia de no ser conquistados por sus ojos provocativos muestra el poder que tiene la mirada en despertar deseos inapropiados. Esto nos motiva a ejercer autocontrol y a evitar situaciones donde la atracción física pueda desviarnos de los principios de Jehová.

Proverbios 6:1-2. A veces, en nuestra vida diaria, podemos comprometernos a hacer algo por un amigo o alguien más. Este versículo nos recuerda que debemos ser responsables con nuestras promesas. Si nos comprometemos a hacer algo, debemos cumplirlo, porque nuestra palabra tiene valor. Es como cuando decimos que haremos algo por alguien, no solo porque nos lo piden, sino porque somos conscientes de que hay confianza en esa promesa. Al cumplir con nuestra palabra, mostramos que somos personas de confianza y honradas.

Proverbios 6:3. Este versículo nos enseña cómo salir de una situación difícil que hemos causado con nuestras palabras. Si nos damos cuenta de que no podemos cumplir con lo prometido, debemos actuar rápido y con humildad. Es como cuando hemos hecho un compromiso y no podemos cumplirlo, debemos hablar con la persona involucrada y tratar de solucionarlo de manera honesta. A veces, pedir perdón y tratar de resolver las cosas muestra nuestra sinceridad.

Proverbios 6:6. Este versículo anima a aprender de la hormiga. Las hormigas trabajan mucho, recolectan comida y no se detienen. Nos dice que, como ellas, debemos ser diligentes y responsables en nuestras tareas. Si dejamos todo para mañana o si somos perezosos, al final no vamos a lograr lo que nos proponemos. Como las hormigas, tenemos que estar siempre ocupados haciendo lo correcto, trabajando con esfuerzo y dedicación.

Proverbios 6:7-8. La hormiga no necesita que nadie le diga lo que tiene que hacer; sabe cuándo trabajar y cómo hacerlo. Este versículo nos enseña que no siempre necesitamos que nos supervisen o que alguien nos diga lo que tenemos que hacer. Si somos responsables, podemos hacer las cosas por nosotros mismos y organizar nuestras tareas. Esto también se aplica a nuestras responsabilidades espirituales, como el estudio de la Biblia o el predicar. Si estamos comprometidos, sabemos lo que tenemos que hacer sin que nos lo recuerden todo el tiempo.

Proverbios 6:9-11. Este versículo muestra que la pereza no trae buenos resultados. Si siempre dejamos las cosas para después, nuestra vida se llenará de problemas. Es como cuando alguien sigue dejando para mañana lo que tiene que ser hoy. Al final, se encuentra con muchas dificultades. En cambio, si somos trabajadores y responsables, nuestras vidas serán más estables y tendremos lo que necesitamos.

Proverbios 6:1-3. Este texto nos enseña sobre la importancia de ser prudente y cuidadoso al contraer deudas o hacerse garante por alguien. Nos advierte sobre los riesgos y nos anima a ser cautelosos al comprometernos con deudas o garantías.

Proverbios 6:6. Este versículo nos anima a observar la laboriosidad y la dedicación de la hormiga y a aprender de su ejemplo. Este ejemplo nos inspira a ser industriosos y a trabajar arduamente en nuestras propias vidas. Ya sea en la escuela, en el trabajo o en actividades espirituales, debemos esforzarnos por hacer nuestro mejor esfuerzo y mejorar la calidad de nuestro trabajo. Al igual que la hormiga se beneficia de su laboriosidad, nosotros también nos beneficiamos de nuestro duro trabajo. Jehová quiere que veamos el bien que resulta de nuestro esfuerzo y dedicación.

Proverbios 6:9. Este texto nos enseña que debemos dejar de ser perezosos, porque la pereza es algo que Dios odia. Jehová ama a las personas trabajadoras y diligentes y quiere que nosotros también seamos así. La pereza no es una virtud, sino un vicio que puede impedirnos alcanzar nuestros objetivos y cumplir con nuestros deberes. Al contrario, la diligencia y el trabajo duro son valores que Jehová aprueba y recompensa.

Proverbios 6:10, 11. Este texto nos enseña que la pereza puede llevarnos a la pobreza y la necesidad. Cuando dejamos que la pereza nos domine, tendemos a posponer las cosas para mañana, pero en lugar de hacer eso, debemos ser diligentes y responsables y aprovechar el tiempo que tenemos para servir a Jehová.

Proverbios 6:12. Cuando el corazón de un hombre está lleno de maldad moral, su razonamiento y pensamientos estarán en desacuerdo con lo que es decente, recto y justo. Esto significa que la maldad y la perversidad en el corazón de un hombre pueden llevar a un razonamiento y pensamiento distorsionados que no solo perjudican al individuo, sino también a los demás. Cuando estas personas descartan la palabra de Dios y piensan que pueden resolver los problemas de la vida sin su ayuda, están completamente equivocadas. La Biblia nos enseña que la sabiduría y la guía de Dios son esenciales para vivir una vida justa y recta.

Proverbios 6:1, 2. A veces, nuestras decisiones pueden llevarnos a situaciones difíciles, especialmente cuando nos comprometemos más de lo que podemos cumplir. Este pasaje nos nos enseña la importancia de ser humildes y reconocer nuestros errores. No hay vergüenza en pedir ayuda o rectificar algo cuando nos equivocamos. La humildad es una cualidad que nos libera y nos acerca a Jehová.

Proverbios 6:6. Nos enseña que la hormiga es un ejemplo de trabajo constante y preparación. No necesita un jefe que la supervise, simplemente hace lo que debe hacer. Este versículo nos motiva a ser diligentes y a no caer en la pereza. La vida cristiana requiere esfuerzo y dedicación tanto en lo espiritual como en lo práctico.

Proverbios 6:6. Nos enseña que debemos ser honestos con nosotros mismos e identificar las áreas de nuestra vida donde hemos sido perezosos y pensar en cómo podemos ser más diligentes, recordando que cada pequeño acto o esfuerzo cuenta, y Jehová bendice a quienes trabajan con corazón.

Proverbios 6:16 -19. Jehová Dios nos llama a vivir en integridad y amor, evitando todo lo que dañe a los demás y rompa la unidad en la congregación. La mentira, el orgullo y la discordia son actitudes que nos alejan de su propósito.

Proverbios 6:16-19. Es bueno ser honestos con nosotros mismos y examinar nuestro corazón y nuestras acciones. ¿Estamos promoviendo la paz o la discordia en nuestra familia, en la congregación? Podemos esforzarnos para que nuestras palabras y acciones, animen a los demás, o por lo menos, no hacerles daño.

Proverbios 6:23. Esto nos enseña que es importante dedicar tiempo cada día a leer la Biblia y meditar en sus enseñanzas, pedirle a Jehová que nos dé discernimiento para aplicar sus principios en cada decisión que tomemos.

Proverbios 6:25, 32. Vivimos en un mundo que glorifica y promueve la inmoralidad. Si una persona se conserva en castidad, en santidad o en fidelidad al cónyuge, las personas pueden llegar a considerarla como anormal o rara. Jehová nos llama a vivir en pureza y fidelidad. El adulterio y la inmoralidad no solo dañan a otros, sino que también destruyen nuestra propia vida.

Proverbios 6:25, 32. Nos enseña que debemos cultivar un corazón puro y fiel. Si estamos solteros, debemos pedirle a Jehová Dios que nos guíe en nuestras relaciones. Si estamos casados, trabajemos cada día para fortalecer nuestro compromiso y amor hacia nuestro cónyuge.

Proverbios 6:24. La sabiduría de Jehová nos protege de las tentaciones y las influencias negativas. Por eso es importante pedirle sabiduría, la cual nos ayuda a discernir entre lo que edifica y lo que destruye.

Proverbios 6:24. Nos enseña que debemos pedirle a Jehová que nos dé sabiduría para reconocer y evitar las influencias y personas dañinas en nuestra vida. Debemos rodearnos de personas que nos animen a crecer en la fe y mejorar, y por supuesto, ser nosotros luz en la vida de otros, ser una buena influencia.

Proverbios 6:6. La hormiga, aunque pequeña, trabaja sin necesidad de supervisión, preparándose para tiempos difíciles. Nos motiva a ser responsables, organizados y a aprovechar el tiempo para cumplir con nuestras obligaciones espirituales y materiales. Es un llamado a evitar la pereza y a imitar la sabiduría práctica de la creación de Jehová.

Proverbios 6:20, 21. Estos versículos destacan el valor de la enseñanza de nuestros padres, basada en los principios de Jehová. Nos enseñan que la sabiduría recibida de nuestros padres nos protege y guía en todo momento.

Proverbios 6:27, 28. Estas preguntas retóricas nos enseñan que jugar con el pecado, especialmente la inmoralidad, siempre trae consecuencias. Es mejor alejarnos completamente de cualquier situación que pueda hacernos caer.

Proverbios 6:12-14. Este pasaje describe las características y el destino de quienes practican la maldad y la división. Jehová aborrece a los que siembran discordia y engaño. Nos enseña a rechazar la hipocresía y a cultivar un corazón sincero y pacífico. Es un llamado a evitar cualquier comportamiento que dañe la unidad de la congregación o nuestra relación con Dios.

Proverbios 6:32, 33. Estos versículos subrayan las graves consecuencias del adulterio: destrucción espiritual, deshonra y conflicto. Jehová valora la pureza moral y la fidelidad en el matrimonio. Nos enseña a proteger nuestro corazón y a valorar la santidad de las relaciones, sabiendo que el pecado sexual no solo daña a otros, sino que también nos aleja de Dios.

Proverbios 6:1, 2. Este versículo nos advierte sobre los riesgos de comprometernos imprudentemente al dar garantías o promesas sin pensar en las consecuencias. Nos recuerda la importancia de ser cuidadosos con nuestras palabras y decisiones, especialmente cuando pueden afectar nuestra estabilidad espiritual y material.

Proverbios 6:23. Este versículo compara la palabra de Dios con una lámpara que ilumina nuestro camino. La ley divina no solo nos guía, sino que también nos protege y nos lleva hacia la vida eterna. Nos recuerda que debemos valorar la corrección y la instrucción de Jehová como herramientas esenciales para mantenernos firmes en su camino.

Proverbios 6:2, 3. Este consejo nos recuerda la importancia de ser cuidadosos con nuestras palabras y promesas. Si nos comprometemos con algo imprudente, lo mejor es actuar rápidamente para corregirlo con humildad.

Proverbios 6:5. En este versículo, Jehová nos exhorta a huir de las malas decisiones con la misma urgencia con la que un animal escapa de un cazador. No debemos retrasarnos en corregir nuestros errores y evitar situaciones peligrosas.

Proverbios 6:10, 11. Este versículo refuerza la advertencia contra la pereza. La procrastinación y la falta de diligencia pueden llevar a la ruina económica y espiritual. Nos motiva a ser activos y disciplinados, aprovechando el tiempo para trabajar en metas importantes.

Proverbios 6:24. 25. En estos versículos se nos advierte sobre los peligros de dejarnos llevar por apariencias engañosas o halagos seductores. La sabiduría divina nos enseña a proteger nuestra mente y corazón de las tentaciones que pueden apartarnos de la moralidad y la lealtad a Jehová.

Proverbios 6:30, 31. Este versículo nos enseña que, aunque algunas acciones puedan parecer justificadas en ciertas circunstancias, como robar por necesidad, las consecuencias siguen siendo inevitables. Nos recuerda la importancia de confiar en Jehová para satisfacer nuestras necesidades, en lugar de tomar atajos que violen sus principios.

Proverbios 6:6-11. De estos versículos aprendo la importancia de ser una persona diligente y un trabajador responsable. Jehová nos enseña con el ejemplo de la hormiga, cómo la preparación y el esfuerzo constante nos ayudan a estar listos para enfrentar las dificultades. Mientras que la pereza trae consecuencias graves, como la pobreza y la necesidad.

Proverbios 6:12-15. Aquí aprendo que las personas que buscan causar problemas y engañar a otros enfrentarán consecuencias repentinas y graves, porque Jehová no aprueba a quienes usan su boca y sus acciones para hacer el mal.

Proverbios 6:16-19. Estos versículos me enseñan que Jehová tiene un claro desagrado por ciertas actitudes y acciones, como la arrogancia, la mentira, la violencia y la discordia, ya que estas cosas no solo dañan a otros, sino que también alejan a las personas de Jehová.

Proverbios 6:20-23. Estos versículos muestran que los consejos y enseñanzas de los padres, siempre que estén basados en la Biblia, son una guía valiosa para los hijos y un medio de protección. Mientras que la disciplina y la corrección son como una lámpara que ilumina el camino correcto a seguir.

Proverbios 6:24-29. Estos versículos me enseñan que la inmoralidad sexual es extremadamente peligrosa y tiene consecuencias graves. De allí que Jehová nos advierte que no debemos dejarnos engañar por la apariencia o las palabras seductoras, porque el pecado siempre trae consecuencias destructivas.

Proverbios 6:30-35. Aquí aprendo que el adulterio es un pecado grave que tiene consecuencias devastadoras, no solo para la persona que lo comete, sino también para los demás involucrados. De allí que Jehová nos advierte que este pecado trae deshonra y destrucción, y que sus consecuencias son irreversibles.

Proverbios 6:32-35. Estos versículos me enseñan que el adulterio no solo es un pecado grave, sino que también tiene consecuencias emocionales y sociales devastadoras. La deshonra y el dolor que causa son profundos y duraderos, por lo que, una vez cometido el pecado, no hay manera de reparar completamente el daño hecho.

Proverbios 6:1-3. Estos versículos nos previenen de involucrarnos en negocios ajenos, especialmente con extraños. Es muy imprudente comprometernos, pues podemos atraparnos económicamente y también perjudicar nuestra reputación ante los bancos y otros acreedores.

Proverbios 6:2. Este versículo me enseña que debemos ser cautos y examinar cuidadosamente las promesas que haremos y los compromisos que adquiriremos, a fin de que no se vuelvan en nuestra contra. Porque mejor será retirarnos de un compromiso o promesa imprudente que dejarnos atrapar por ellos.

Proverbios 6:6. Este versículo me enseña que debemos ser personas industriosas y productivas, trabajadores con tesón y esfuerzo, que deseen mejorar su labor cada día, aunque no tengan un supervisor que los controle ni un jefe que los alabe. Ya que al final, la recompensa será una conciencia limpia y una gran satisfacción personal. Por lo tanto, esta enseñanza la debemos aplicar en nuestro trabajo seglar y también en el ministerio.

Proverbios 6:6-11. En mi vida diaria puedo aplicar estos versículos siendo responsable en mis tareas, ya sea en el trabajo, en la escuela o en la congregación. Por ejemplo, puedo organizar mi tiempo para cumplir con mis obligaciones y no dejar las cosas para el último momento. También puedo imitar a la hormiga, siendo previsor y preparándome para situaciones futuras, como ahorrar para emergencias o estudiar con anticipación para una reunión importante o una asignación.

Proverbios 6:12-15. En mi vida diaria puedo aplicar estos versículos siendo honesto en mis palabras y acciones, y evitando cualquier forma de engaño o manipulación. Por ejemplo, si tengo un conflicto con alguien, debo resolverlo de manera pacífica y sincera, sin recurrir a mentiras o trampas. También puedo esforzarme por ser una persona de confianza que habla con integridad y busca el bienestar de los demás.

Proverbios 6:16-19. En mi vida diaria puedo aplicar estos versículos esforzándome por evitar cualquier comportamiento que Jehová odia. Por ejemplo, puedo ser humilde en lugar de arrogante, decir la verdad en lugar de mentir y promover la paz en lugar de la discordia. También puedo examinar mi corazón para asegurarme de que no estoy albergando actitudes o pensamientos que desagraden a Jehová.

Proverbios 6:20-23. En mi vida diaria puedo aplicar estos versículos valorando los consejos de mis padres y esforzándome por aplicarlos en mi vida. Por ejemplo, si mis padres me dan un consejo basado en la Biblia, debo tomarlo en serio y seguirlo. También puedo recordar que la disciplina, aunque a veces sea difícil de aceptar, es una muestra de amor y una protección para mí.

Proverbios 6:24-29. En mi vida diaria puedo aplicar estos versículos siendo cuidadoso con las relaciones que establezco y evitando cualquier situación que pueda llevarme a comprometer mi integridad moral. Por ejemplo, puedo establecer límites claros en mis relaciones y evitar exponerme a tentaciones innecesarias. También puedo recordar que la belleza física y las palabras halagadoras no justifican acciones que desagraden a Jehová.

Proverbios 6:30-35. En mi vida diaria puedo aplicar estos versículos siendo fiel a mis compromisos y evitando cualquier comportamiento que pueda dañar mi relación con Jehová y con los demás. Por ejemplo, los casados deben ser leales a su cónyuge y proteger su relación matrimonial. También deben recordar que el adulterio no solo afecta a las personas directamente involucradas, sino que también puede dañar a familias enteras.

Proverbios 6:32-35. En mi vida diaria puedo aplicar estos versículos recordando que el adulterio no es solo un acto físico, sino también una traición emocional y espiritual. De allí que puedo esforzarme por fortalecer mi relación con mi cónyuge mediante la comunicación, el respeto y el amor. También puedo evitar situaciones que puedan poner en peligro mi integridad moral, como conversaciones o comportamientos inapropiados con alguien que no sea mi cónyuge.

Proverbios 6:6-12. En la predicación puedo usar estos pasajes para animar a otros a ser diligentes y a no caer en la pereza. Por ejemplo, puedo mostrarles que el esfuerzo constante trae recompensas y que la preparación es clave para enfrentar los desafíos de la vida. También puedo usar el ejemplo de la hormiga para ilustrar cómo pequeños esfuerzos diarios pueden llevar a grandes resultados, tanto en el ámbito espiritual como en el personal.

Proverbios 6:12-15. En la predicación puedo usar estos pasajes para ayudar a otros a ver que la honestidad y la integridad son cualidades que Jehová valora. Por ejemplo, puedo mostrarles que las acciones deshonestas no solo dañan a otros, sino que también tienen consecuencias graves para quienes las practican. También puedo animarles a ser personas que promuevan la paz y la honestidad en sus relaciones.

Proverbios 6:16-19. En la predicación puedo usar estos pasajes para ayudar a otros a ver la importancia de agradar a Jehová, evitando las actitudes y acciones que se describen en estos versículos. Por ejemplo, puedo mostrarles que la arrogancia y la mentira son destructivas, mientras que la humildad y la honestidad fortalecen nuestras relaciones con los demás y con Jehová. También puedo animarles a ser pacificadores en sus familias y comunidades.

Proverbios 6:20-23. En la predicación puedo usar estos pasajes para animar a otros a respetar y aplicar los consejos de sus padres, mostrándoles que estos son una protección y una guía. Por ejemplo, puedo ayudarles a ver que los principios bíblicos que aprendemos de nuestros padres nos ayudan a tomar decisiones sabias y a evitar problemas. También puedo animar a los padres a enseñar a sus hijos con amor y paciencia, siguiendo el ejemplo de Jehová.

Proverbios 6:24-29. En la predicación puedo usar estos pasajes para ayudar a otros a ver la importancia de mantener la pureza moral y de evitar relaciones que desagraden a Jehová. Por ejemplo, puedo mostrarles que la inmoralidad sexual no solo daña nuestra relación con Jehová, sino que también tiene consecuencias devastadoras en nuestras vidas y en las de los demás. También puedo animarles a establecer límites claros en sus relaciones y a buscar la guía de Jehová para mantenerse puros.

Proverbios 6:30-35. En la predicación puedo usar estos pasajes para ayudar a otros a ver la importancia de la fidelidad y de evitar el adulterio. Por ejemplo, puedo mostrarles que el adulterio no solo es un pecado contra Jehová, sino que también destruye la confianza y el amor en las relaciones. También puedo animarles a fortalecer sus relaciones mediante la comunicación, el respeto y la lealtad, siguiendo los principios bíblicos.

Proverbios 6:32-35. En la predicación puedo usar estos pasajes para ayudar a otros a ver que el adulterio no solo es un pecado contra Jehová, sino que también destruye la confianza y el amor en las relaciones. Por ejemplo, puedo mostrarles que el adulterio tiene consecuencias emocionales y sociales que pueden afectar a la familia entera.

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