BUSQUEMOS PERLAS ESCONDIDAS: 30-Junio-6-Julio-2025, PROVERBIOS 20, Respuestas.

Busquemos perlas escondidas (10 mins.)

Pr 20:27. ¿Qué significa que “el aliento de un hombre es la lámpara de Jehová”? (it-2 187 párr. 5).

Lo que una persona “exhala” o expresa en público, sea bueno o malo, revela o arroja luz sobre su personalidad o lo más recóndito de ella. Es como cuando el apóstol Pablo amenazaba a los discípulos de Jesús y deseaba asesinarlos, de tal forma que mostraba que en un tiempo su personalidad era muy dura para con ellos. Así que, cuando una persona habla desde lo que siente en su corazón, se convierte en una lámpara para Jehová, que permite conocer lo que piensa dicha persona.

COMENTARIOS ADICIONALES

Proverbios 20:27 nos enseña que lo que decimos y cómo actuamos refleja lo que hay en lo más profundo de nuestro corazón. Nuestras palabras son como una lámpara que muestra quiénes somos realmente. Jehová ve más allá de lo que mostramos en público y conoce nuestro corazón. Por eso, debemos ser cuidadosos con nuestras palabras y comportamientos, buscando siempre tener un corazón puro y sincero.

Este versículo también nos recuerda que nuestras palabras y actitudes dicen mucho sobre nosotros, incluso más que lo que a veces queremos mostrar. Si hablamos con amabilidad, paciencia y bondad, eso demuestra que estamos siendo dirigidos por principios que agradan a Jehová. Pero si nuestras palabras son hirientes o falsas, eso revela lo que aún necesitamos mejorar en nuestro corazón. Es importante, entonces, tomar un momento antes de hablar y pensar si lo que vamos a decir refleja el amor y la sabiduría de Jehová.

Otra forma de ver este versículo es como un recordatorio de que, aunque los demás pueden ver solo una parte de nuestra vida, Jehová escudriña todo nuestro ser. Él no solo escucha lo que decimos, sino que también conoce nuestras intenciones, pensamientos y sentimientos más ocultos. Si tratamos de ser sinceros y justos incluso en nuestros pensamientos y emociones, Jehová nos verá como personas que buscan su favor. Esto nos motiva a ser más conscientes de lo que está en nuestro corazón y a mejorar nuestra relación con Él.

La expresión «el aliento de un hombre es la lámpara de Jehová» significa que lo que una persona dice o expresa revela lo que hay en su interior. Jehová puede ver claramente lo que hay en el corazón, porque nuestras palabras reflejan quiénes somos realmente.

El aliento del hombre —sus palabras y acciones— es como una lámpara que revela su verdadero interior: sus motivos, pensamientos y corazón ante Jehová.

Lo que una persona exhala, habla o expresa refleja lo que hay en su corazón. Jesús mismo enseñó esto en Mateo 12:34: «Porque de la abundancia del corazón habla la boca.» Nuestras palabras y acciones son una ventana hacia nuestras motivaciones, deseos y prioridades internas.

«El aliento de un hombre es la lámpara de Jehová» significa que lo que una persona dice ya muestra cómo es realmente por dentro. Nuestras palabras y acciones revelan lo que hay en nuestro corazón y mente, es decir, nuestros pensamientos, sentimientos y motivaciones. Esto nos recuerda que nuestras expresiones y comportamientos son un reflejo de quiénes somos en realidad.

Como cristianos, es muy importante tener cuidado con lo que revelan nuestros pensamientos, sentimientos y emociones. Debemos siempre dar un excelente ejemplo, ya que Jehová escudriña cuidadosamente todo lo que hay en nuestro interior. Por lo tanto, debemos mantener una buena actitud en todo momento, ya que esto refleja la luz de nuestra personalidad y revela lo que hay en lo más recóndito de nuestro ser.

Al tener cuidado con lo que revelan nuestros sentimientos, pensamientos y emociones, demostramos nuestra fe y nuestra dedicación a Dios, y también podemos influir positivamente en los demás. Es fundamental recordar que nuestras palabras y acciones tienen consecuencias, y, como cristianos, debemos esforzarnos por vivir de manera que glorifiquemos a Jehová Dios.

«El aliento de un hombre es la lámpara de Jehová» significa que lo que una persona dice o exhala, ya sea bueno o malo, es como una luz que revela o ilumina lo más recóndito de su ser: su personalidad o lo que lleva en su corazón.

De la misma manera que una lámpara ilumina un lugar oscuro, las palabras que salen de la boca de una persona iluminan la condición de su corazón. Esto actúa como un escrutinio de parte de Jehová, quien ve lo más profundo de nosotros. Por eso, lo que decimos en público y nuestras expresiones revelan lo que realmente somos y lo que llevamos en nuestro “vientre” o interior más íntimo.

Esta enseñanza es un recordatorio de la importancia de nuestras palabras y de cómo estas reflejan la condición de nuestro corazón. Como siervos de Jehová, esto debe impulsarnos a seguir cultivando cualidades piadosas, para que de nuestro corazón broten solo cosas buenas que glorifiquen a Jehová.

Este principio se ilustra claramente en el caso del apóstol Pablo antes de su conversión. En Hechos 9:1 se dice que “respiraba amenazas y asesinato contra los discípulos del Señor”. Es decir, lo que él expresaba públicamente reflejaba su actitud interior en ese momento. Así, su aliento se convirtió en una lámpara que le permitió a Jehová ver su dureza de corazón, aunque más adelante también le permitió ver su sincero arrepentimiento y su deseo de servirle.

Proverbios 20:27 nos anima a cultivar pensamientos y sentimientos puros, sabiendo que lo que decimos y hacemos no solo afecta a los demás, sino que también revela ante Jehová quiénes somos realmente. Él no se deja engañar por apariencias: examina lo más recóndito del corazón. ¡Qué valioso es entonces esforzarnos para que nuestras palabras reflejen una personalidad moldeada por su espíritu!

Lo que expresamos, sea bueno o malo, revela nuestra verdadera personalidad, como una lámpara que ilumina lo oculto. Jehová, mediante nuestras palabras y acciones, puede examinar lo más profundo de nuestro ser, entendiendo nuestros pensamientos y motivos.

El aliento se refiere a lo que manifestamos en público. Es como si Jehová usara nuestras expresiones para escrutar nuestro interior más profundo. Lo que sale de nuestro corazón, ya sea en palabras o hechos, actúa como una lámpara que Él utiliza para conocer nuestro verdadero ser.

Esta expresión nos enseña que Jehová puede usar lo que una persona exhala —es decir, sus palabras, su forma de hablar, su espíritu— como una especie de lámpara que ilumina su interior. Aunque alguien intente ocultar lo que piensa o siente, sus palabras lo delatan y permiten a Jehová escudriñar lo más profundo de su ser. Es una advertencia a ser sinceros y puros en nuestras palabras, porque revelan quiénes somos realmente.

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Proverbios 20:1. Por placentera que sea una dádiva, solo es beneficiosa si se utiliza debidamente. Por ejemplo, la miel es “buena”, pero “comer demasiada miel” no lo es. De igual modo, aunque tomar “un poco de vino” sea un deleite, beber en exceso constituye un grave problema. Bien advierte la Biblia: “El vino es burlón, y el licor embriagante es alborotador; y todo el que se descarría por él no es sabio.”

Proverbios 20:4. La pereza puede conducir a la pobreza, así que hay que esforzarse por ser diligentes y administrar bien el dinero para tener lo necesario en el futuro. No echen en saco roto este versículo, porque, efectivamente, les hará falta cuando lleguen los años que ya no son agradables: la vejez.

Proverbios 20:7. Mantener un derrotero de integridad no depende de la propia fuerza moral, sino de ejercer profunda fe y confianza en Jehová y en su poder salvador. La promesa de Dios es que actuará como un “escudo” y “plaza fuerte” al guardar el camino de quienes andan en integridad. El interés constante de dichas personas por ganar la aprobación de Jehová les da estabilidad a su vida y les permite seguir un derrotero recto hacia su meta.

Proverbios 20:11. Con relación a los hijos: por tus propias prácticas rectas te granjearás el amor de Dios y le darás significado y valor a tu vida. Ninguna familia es perfecta, pero busca las cualidades positivas que haya en tu hogar. Piensa en los sacrificios que tus padres han hecho para proporcionarte comida, ropa, abrigo, atención médica y otras necesidades. En lugar de pagarles con ingratitud, “honra a tu padre y a tu madre”; tenlos en alta estima, como de gran valor.

Proverbios 20:12. Jehová, con incomparable sabiduría, es el Creador de todas las cosas y quien promulga las leyes que las gobiernan. Por lo tanto, merece la adoración de todas las criaturas. Él hizo “el oído que oye y el ojo que ve”, tanto en sentido literal como moral. Por lo tanto, para ver y oír con verdadero entendimiento, hay que acudir a Él y reconocer que hemos de rendirle cuentas a quien puede verlo y oírlo todo.

Proverbios 20:15. Los labios que son preciosos destilan bondad, amabilidad y amor, y se les llama “labios del conocimiento” porque dicen la verdad acerca de Dios, tal como está registrada en la Biblia. ¡Qué gran verdad! Además, la pureza o limpieza interior, junto con un corazón lleno de verdades espirituales, se reflejará en nuestra forma de hablar. ¿Con qué resultado? Nuestros labios serán “vasos preciosos”, en especial a la vista de Dios.

Proverbios 20:22. Cuando alguien nos hace daño o nos ofende, podemos resistir la tentación de vengarnos si ponemos nuestra esperanza en Jehová. Él tiene el poder y el deseo de salvarnos y de eliminar el daño que nos han hecho.

Proverbios 20:29. El proverbio concluye con estas palabras: “Y el esplendor de los viejos es su canicie.” Cuando se conjugan el vigor juvenil con la experiencia de los años, el resultado es una combinación de gran fuerza.

Proverbios 20:30. El que es disciplinado de esta forma debería reconocer que no ha actuado bien y cambiar su conducta. Por otra parte, a una persona sabia se le puede corregir con palabras, sin necesidad de recurrir a los golpes.

Proverbios 20:1. Este versículo nos habla sobre los peligros de consumir alcohol de manera imprudente. El vino y las bebidas fuertes pueden hacernos perder el control y tomar decisiones tontas. Es como cuando alguien se deja llevar por lo que está de moda o por lo que le dicen, sin pensar en las consecuencias. Si somos sabios, sabremos cuándo es suficiente y cuándo debemos decir no. En la vida debemos cuidar nuestro cuerpo y nuestra mente, y no dejar que nada nos controle, ni siquiera algo tan común como el alcohol.

Proverbios 20:3. Aquí aprendemos que es mejor evitar peleas o discusiones innecesarias. A veces, cuando estamos en una discusión, nuestro orgullo nos puede hacer seguir peleando aunque ya sepamos que no tiene sentido. En lugar de pelear, podemos tomar el camino de la paz, lo que demuestra sabiduría. Cuando buscamos paz en lugar de conflicto, estamos mostrando un carácter fuerte, porque no siempre es fácil dejar que los demás tengan la última palabra.

Proverbios 20:7. Este versículo nos muestra la importancia de ser sinceros y vivir de manera justa. Si actuamos con honestidad, no solo tendremos paz interior, sino que también serviremos como un buen ejemplo para nuestros hijos y para quienes nos rodean. Ser justos y hacer lo correcto siempre, incluso cuando nadie nos ve, traerá bendiciones no solo a nuestra vida, sino también a la de las futuras generaciones.

Proverbios 20:9. Este versículo nos recuerda que todos somos imperfectos. A veces podemos pensar que hemos hecho todo bien, pero siempre debemos tener en cuenta que Dios ve lo que hay en nuestro corazón. Debemos ser humildes y reconocer que necesitamos su ayuda para ser mejores. No se trata de ser perfectos, sino de tratar de mejorar cada día y pedirle a Jehová que nos guíe.

Proverbios 20:11. Este versículo nos enseña que nuestras acciones hablan más fuerte que nuestras palabras. Incluso cuando somos jóvenes, la gente nota cómo nos comportamos. Si tratamos a los demás con respeto, si somos honestos y responsables, eso será lo que los demás verán en nosotros. No importa la edad que tengamos, nuestras decisiones muestran quiénes somos. Por eso, siempre es importante hacer lo correcto, aunque a veces nadie nos esté observando.

Proverbios 20:17. Este versículo nos recuerda que, aunque a veces los atajos o las mentiras puedan parecer atractivos o darnos algo rápido, lo que obtenemos de esa forma no trae paz ni felicidad verdadera. Es como si te dieran algo que parece bueno en el momento, pero después te deja una sensación amarga. La honestidad siempre es el mejor camino, aunque a veces parezca más difícil, porque al final nos trae satisfacción genuina.

Proverbios 20:22. Este versículo nos enseña a no tomar la venganza por nuestras propias manos. A veces podemos sentir que alguien nos ha hecho algo malo y queremos hacerles lo mismo, pero Jehová nos dice que esperemos en él, porque él es quien tiene la autoridad para juzgar y corregir. Vengarse nunca trae paz, solo más problemas, mientras que confiar en Jehová nos da seguridad de que él hará lo correcto en su debido momento. Además, tomar el camino de la paciencia y la justicia nos permite mantener nuestra paz interior.

Proverbios 20:24. Este versículo nos recuerda que no siempre entendemos por qué pasan las cosas en nuestra vida. A veces, las decisiones y circunstancias no tienen sentido para nosotros, pero debemos confiar en que Jehová está guiando nuestros pasos. Aunque no siempre entendamos el porqué de todo, podemos tener la seguridad de que él tiene un plan para nosotros y que todo lo que pasa tiene un propósito, incluso si no lo vemos en el momento.

Proverbios 20:1. Este versículo nos advierte sobre los peligros del abuso del alcohol. El vino puede desinhibir el comportamiento y causar conflictos si no se controla. Como siervos de Jehová, debemos tener dominio propio y actuar con prudencia, evitando todo lo que pueda dañar nuestra espiritualidad o nuestra relación con los demás.

Proverbios 20:3. El versículo nos recuerda que evitar discusiones innecesarias es una muestra de sabiduría y autocontrol. No es señal de debilidad, sino de fortaleza espiritual. En un mundo lleno de provocaciones, el cristiano que busca la paz imita a Jesús y da buen testimonio del Dios al que sirve.

Proverbios 20:11. Este versículo muestra que nuestras acciones revelan quiénes somos, sin importar la edad. Los jóvenes pueden honrar a Jehová mediante una conducta intachable y fiel. Cada día es una oportunidad para demostrar, por nuestras decisiones, que deseamos agradar a nuestro Creador.

Proverbios 20:22. Este versículo nos advierte contra el deseo de venganza y nos anima a confiar en Jehová para que actúe con justicia. Buscar venganza solo perpetúa el ciclo de violencia y odio, mientras que esperar en Jehová nos libera de esa carga y permite que Él resuelva las situaciones a su manera y en su tiempo. Nos recuerda que la justicia verdadera pertenece a Dios.

Proverbios 20:7. Este versículo nos muestra que la integridad de un justo trae bendiciones no solo a él, sino también a su familia. Nos anima a vivir con rectitud, siguiendo los principios de Jehová, para dejar un legado espiritual que beneficie a nuestros seres queridos y honre a Dios.

Proverbios 20:18. Antes de tomar decisiones importantes, es sabio buscar consejo. Este principio aplica tanto en asuntos espirituales como en la vida cotidiana. Cuando buscamos guía en la Biblia y en hermanos maduros, evitamos errores y tomamos decisiones que honran a Jehová.

Proverbios 20:13. Aquí se nos anima a ser diligentes y evitar la pereza. Dormir más de lo necesario o descuidar nuestras responsabilidades puede llevarnos a la escasez, mientras que el trabajo diligente nos asegura provisiones y bendiciones. Este versículo nos invita a usar nuestro tiempo sabiamente y a confiar en que Jehová bendice a quienes trabajan con empeño.

Proverbios 20:21. Esta perla nos advierte sobre los peligros de la codicia y la búsqueda impaciente de riquezas. Aunque alguien pueda adquirir bienes de forma rápida —quizás a través de medios deshonestos o con una actitud egoísta—, el proverbio nos asegura que su futuro no estará bendecido. Esto destaca que la verdadera prosperidad no es solo material, sino que está ligada a la bendición de Jehová y a una conducta justa.

Proverbios 20:17. Esta perla nos advierte que la ganancia obtenida por medios deshonestos o engañosos puede parecer dulce y deseable al principio. Sin embargo, el proverbio enfatiza que las consecuencias son amargas y dolorosas. Esto ilustra que las ventajas ilícitas son solo temporales y, al final, traen consigo remordimiento, dificultades y un sabor desagradable.

Proverbios 20:10. Este versículo resalta el principio de justicia e imparcialidad. Jehová detesta la deshonestidad, especialmente cuando se trata de aprovecharse de otros. Como cristianos, debemos ser íntegros en todo momento, tratando a todos con equidad, tanto en lo comercial como en lo personal.

Proverbios 20:12. Este texto nos recuerda que nuestras capacidades no son fruto del azar, sino regalos de Jehová. Usar nuestros sentidos para aprender, meditar y servirlo con gratitud es una forma de demostrar aprecio por su sabiduría y amor como Creador.

Proverbios 20:6. Es fácil hablar de nuestras buenas cualidades, pero lo que realmente cuenta es demostrar fidelidad constante en nuestras acciones. La verdadera bondad no necesita ser proclamada; se ve en nuestra conducta diaria. Como cristianos, debemos esforzarnos por ser personas en las que otros puedan confiar completamente, siendo fieles en las cosas pequeñas y grandes por igual.

Proverbios 20:15. Aunque las riquezas materiales son valoradas en este mundo, las palabras sabias y llenas de conocimiento bíblico son mucho más valiosas. Una persona que puede ofrecer consejo basado en las Escrituras es un verdadero tesoro. Esto nos motiva a seguir estudiando la Palabra de Dios para poder ayudar a otros con sabiduría divina cuando lo necesiten.

Proverbios 20:4. Este versículo enseña que la pereza trae consecuencias. Si no trabajamos con diligencia en el tiempo apropiado —ya sea en el estudio personal, en el ministerio o en nuestras responsabilidades—, luego no veremos resultados positivos. Ser previsores y constantes nos permite cosechar bendiciones espirituales.

Proverbios 20:16. Este versículo aconseja actuar con prudencia en los asuntos financieros. Ser fiador de personas que no conocemos bien puede tener consecuencias negativas. Jehová nos anima a ser responsables y cautos para evitar dificultades innecesarias.

Proverbios 20:7. Este texto nos enseña que vivir con integridad es fundamental para los cristianos, y que esta forma de vida no solo nos beneficia a nosotros mismos, sino también a nuestros seres queridos, especialmente a nuestros hijos. Al vivir de acuerdo con los valores y principios justos de Dios, podemos crear un ambiente estable y seguro para ellos, y ayudarles a crecer en la fe y en la integridad.

Proverbios 20:8. Este texto nos enseña que Jehová es un Dios justo y sabio, que ve todo y juzga con justicia. Como Gobernante supremo del universo, Él puede discernir y eliminar el mal. Su mirada atenta y penetrante puede detectar y erradicar la maldad. Esto nos muestra que Jehová Dios se preocupa por la justicia y la rectitud en el mundo, y nos enseña a confiar en su sabiduría y justicia, reconociendo que Él es el único que puede verdaderamente discernir y juzgar con precisión.

Proverbios 20:9. Este texto nos enseña que todos somos imperfectos y cometemos errores, y que necesitamos la misericordia y el perdón de Jehová. Nos recuerda que nadie es perfecto y que todos hemos fallado en algún momento. Este versículo nos anima a ser humildes, reconocer nuestras debilidades y pecados, y buscar la ayuda y el perdón de Jehová. Al hacerlo, podemos experimentar su misericordia y amor, y restaurar nuestra relación con Él.

Proverbios 20:10. El texto nos muestra que Jehová aborrece la injusticia y la deshonestidad en todas sus formas. Como hermanos que tenemos alguna fuente de empleo, es fundamental que tratemos a nuestros empleados de manera justa y respetuosa. Esto implica ser honestos y transparentes en nuestras decisiones y acciones, pagar salarios justos y razonables, proporcionar un ambiente de trabajo seguro y saludable, y tratar a los empleados con dignidad y respeto. Al actuar de manera justa con nuestros empleados, no solo reflejamos la personalidad de Jehová, sino que también contribuimos a crear un entorno laboral positivo y productivo.

Proverbios 20:11. Este texto nos muestra que las acciones y el comportamiento de una persona revelan su verdadera personalidad. Nuestras decisiones hablan más fuerte que nuestras palabras. Como padres, es fundamental prestar atención a los jóvenes y guiarlos para que desarrollen una conducta íntegra y responsable. Al hacerlo, los ayudamos a desarrollar una personalidad fuerte y positiva que les beneficiará en su vida diaria.

Proverbios 20:1. Este texto nos advierte sobre los peligros del abuso del alcohol y nos anima a practicar la moderación. Como cristianos, debemos ser conscientes de nuestros actos y evitar comportamientos que puedan llevarnos a perder el control y actuar de manera poco sabia. La moderación y el autocontrol son fundamentales para vivir de acuerdo con los principios de Dios.

Proverbios 20:3. Este versículo nos enseña la importancia de evitar conflictos y disputas innecesarias. Nos muestra que es honorable saber cuándo retirarse de una discusión o pelea, mientras que los necios suelen empeorar las cosas al insistir en seguir discutiendo. La sabiduría y la madurez se demuestran al saber cuándo callar y evitar conflictos.

Proverbios 20:20. Este texto nos enseña la importancia de ser personas trabajadoras y responsables. Como cristianos, debemos esforzarnos por ser diligentes y planificar bien nuestras acciones para evitar consecuencias negativas en el futuro. La ética del trabajo y la responsabilidad son valores importantes que debemos cultivar en nuestras vidas.

Proverbios 20:5. Este versículo resalta la importancia de escuchar con amor y atención, y de ser cuidadosos y respetuosos al abordar temas delicados o personales. Al hacer preguntas adecuadas y mostrar interés genuino, podemos ayudar a que nuestros hermanos se sientan cómodos compartiendo sus sentimientos y pensamientos, lo cual fortalece nuestra relación con ellos y demuestra el amor cristiano, así como la comprensión hacia los demás.

Proverbios 20:6. Este texto nos invita a reflexionar sobre nuestra propia lealtad y fidelidad, especialmente en nuestras relaciones más importantes, como el matrimonio. Es fundamental ser auténticos y genuinos en nuestras interacciones con nuestros seres queridos, y esforzarnos por construir relaciones sólidas y duraderas, basadas en la confianza y el respeto mutuo. Un matrimonio íntegro y genuino es un reflejo de nuestra devoción a Jehová y a sus principios.

Proverbios 20:1. Esto me enseña que Jehová desea que cultivemos el autocontrol y la sabiduría respecto al consumo de bebidas alcohólicas, a fin de evitar situaciones donde dicho consumo pueda afectar nuestra conducta, reputación cristiana o nuestra amistad con Él.

Proverbios 20:1. Este versículo también nos advierte sobre el peligro de perder el autocontrol y la sensatez en cuanto al consumo de bebidas alcohólicas, ya que el borracho es propenso al alboroto, el desenfreno y acciones ridículas que son un oprobio para Jehová y para nuestra hermandad.

Proverbios 20:3. Esto me enseña que Jehová valora la paz, por lo cual lo honramos cuando evitamos conflictos innecesarios y cuando mantenemos la calma en medio de las hostilidades, a fin de dar un buen testimonio al no entrar en discusiones.

Proverbios 20:4. Esto me enseña que Jehová valora mucho que seamos diligentes y que nos esforcemos constantemente para cumplir con nuestras responsabilidades, incluso cuando nuestras condiciones emocionales o físicas no sean las más favorables.

Proverbios 20:4. Este versículo también nos recuerda que la pereza puede conducir a la pobreza, así que debemos esforzarnos por ser trabajadores y por administrar bien nuestros recursos para tener lo necesario en el futuro o cuando las circunstancias cambien de improviso.

Proverbios 20:5. Esto me enseña que, a la hora de aconsejar a alguien, se necesita discernimiento y un esfuerzo semejante al que se requiere para sacar agua de un pozo muy profundo. Antes de aconsejar, primero se debe ayudar a la persona a exteriorizar sus pensamientos y sentimientos más íntimos, a fin de que el consejo le resulte verdaderamente provechoso y adecuado.

Proverbios 20:12. Dice que Jehová hizo “el oído que oye y el ojo que ve”, tanto en sentido literal como en sentido moral. Por lo tanto, para ver y oír con verdadero entendimiento, hay que acudir a Él y reconocer que debemos rendirle cuentas, porque Él puede verlo y oírlo todo.

Proverbios 20:15. Este texto habla de lo valiosos que siempre han sido el oro y los corales, pero señala que nuestros labios pueden ser aún más valiosos, no por su apariencia, sino por los pensamientos que expresen. Por eso, a los labios que enseñan la verdad sobre Jehová se les llama “labios del conocimiento”.

Proverbios 20:22. De esto aprendo que, cuando alguien nos hace daño o nos ofende, podemos resistir la tentación de vengarnos si esperamos en Jehová, ya que Él tiene tanto el poder como el deseo de salvarnos y de eliminar el daño que nos han hecho.

Proverbios 20:29. De esto aprendo que tanto la energía del joven como la experiencia del anciano tienen un valor especial a los ojos de Jehová. Cuando se unen en armonía, enriquecen profundamente a la congregación.

Proverbios 20:1. Nos enseña que aunque alguien beba sin llegar a emborracharse, puede estar afectando su capacidad de pensar con claridad. Es cierto que algunas personas apenas muestran señales de estar ebrias incluso después de haber consumido bastante alcohol; sin embargo, pensar que esto es inofensivo es un autoengaño. Incluso cantidades pequeñas pueden estar excediendo los límites y afectando nuestra capacidad de razonar.

Proverbios 20:4. Menciona que el siervo de Jehová evita la pereza y trabaja con diligencia. Ser honrado y responsable le ayuda a conservar el empleo. Además, mantener un punto de vista equilibrado sobre el dinero protege su salud, su reputación y sus relaciones.

Proverbios 20:5. Conocer la verdadera personalidad de alguien exige observarlo día a día con paciencia y habilidad. Se necesita discernimiento para averiguar lo que hay en el corazón. Hacer preguntas es útil, pero debemos tener cuidado de que estas no sean indiscretas.

Proverbios 20:7. Andar con integridad en nuestra vida familiar deja un legado hermoso. Un buen ejemplo de lealtad a Jehová y a sus normas anima a nuestros hijos a seguir ese mismo camino. Nuestra conducta piadosa les dará un cimiento sólido para una vida feliz al servicio de Dios.

Proverbios 20:11. Los jóvenes pueden honrar a Jehová con su conducta incluso desde temprana edad. La manera en que actúan en la escuela, con sus amigos o en casa revela si sus principios son puros. Su buen comportamiento puede ser un valioso testimonio para otros.

Proverbios 20:13. Este proverbio nos anima a ser diligentes y no perezosos. Amar el dormir en exceso puede llevarnos a descuidar responsabilidades importantes, incluso nuestras metas espirituales. Debemos ser activos y trabajadores para satisfacernos con pan, tanto espiritual como material.

Proverbios 20:19. Evitemos la murmuración. Si escuchamos un rumor, cortemos la charla o animemos al hermano que transmite la información a actuar según el espíritu bíblico. Debemos proteger la unidad de la congregación, en especial porque esto es esencial.

Proverbios 20:29. Los jóvenes, a veces, no perciben ciertos peligros; pero sus padres, gracias a su experiencia y sabiduría, sí los notan. Escuchar su consejo protege de decisiones impulsivas y demuestra aprecio por la guía que Jehová les ha permitido adquirir.

Proverbios 20:4. Este proverbio muestra una verdad práctica: quien no trabaja cuando debe, sufrirá las consecuencias en el futuro. El invierno era el tiempo de preparar la tierra para sembrar; si alguien no araba entonces, no tendría nada que cosechar más adelante. Igualmente, si hoy no hacemos el esfuerzo espiritual —como estudiar la Biblia, orar, predicar y fortalecer nuestra fe en el tiempo apropiado— podríamos enfrentar dificultades sin estar preparados. Cuando lleguen los problemas, podríamos sentirnos vacíos espiritualmente, como el perezoso que mendiga sin hallar nada.

Proverbios 20:5. Muchas veces una persona puede actuar de cierta manera —distante, indiferente o incluso agresiva— y pensamos que ya entendemos su corazón. Pero Jehová nos recuerda que el verdadero contenido del corazón está oculto, como aguas profundas. Solo con discernimiento, empatía y la guía del espíritu santo podremos llegar a entender lo que realmente ocurre dentro de alguien. Este proverbio nos anima a no juzgar con rapidez, sino a ser sabios, pacientes y compasivos.

Proverbios 20:6. Este versículo no solo nos enseña a buscar personas fieles, sino que nos reta a preguntarnos: “¿soy yo alguien en quien otros pueden confiar?”. ¿Mi fidelidad a Jehová y a los demás es constante, incluso cuando es difícil, o solo es algo que proclamo con palabras?

Proverbios 20:7. Un hombre justo no solo se beneficia a sí mismo con su manera de vivir; también deja una poderosa herencia espiritual para sus hijos. Cuando un padre es íntegro, sus hijos tienen una base sólida para confiar en Dios y seguir un camino correcto. El buen ejemplo habla más fuerte que muchas palabras.

Proverbios 20:10. Este versículo nos enseña que Jehová no solo desaprueba la mentira, sino que la detesta profundamente, especialmente cuando se usa para aprovecharse de otros. En tiempos antiguos, las personas usaban pesas y medidas para vender productos; algunos manipulaban esas herramientas para engañar. Jehová veía eso como una falta grave.

Proverbios 20:12. Nuestros oídos para oír y nuestros ojos para ver no son casualidad: fueron diseñados por Jehová con sabiduría y propósito. Cada sentido que tenemos es un regalo que debemos valorar y usar bien.

Proverbios 20:13. Este versículo no condena el sueño necesario, sino el amor excesivo al descanso o la pereza. Si alguien valora más la comodidad que el trabajo diligente, terminará en la pobreza física o incluso espiritual. Jehová bendice el esfuerzo constante, no la pasividad.

Proverbios 20:17. Cuando alguien consigue algo por medios deshonestos, al principio puede sentir satisfacción, como si el pan tuviera buen sabor. Pero esa satisfacción es momentánea y falsa; pronto vienen la desilusión, el remordimiento o las consecuencias negativas.

Proverbios 20:20. A veces los jóvenes pueden ser influenciados por el mundo a pensar que los padres están anticuados o que no entienden. Pero rechazar su autoridad y despreciar sus consejos es un camino que conduce al sufrimiento y al fracaso. Jehová bendice a los que escuchan, honran y se dejan guiar con humildad.

Proverbios 20:22. Cuando alguien nos hace daño, el impulso natural puede ser devolver el mal. Pero buscar venganza solo perpetúa el dolor y aleja el corazón de la paz que da Dios. Jehová nos enseña a no tomar la justicia por nuestra propia mano.

Proverbios 20:23. Este proverbio denuncia las prácticas deshonestas, como alterar pesas y balanzas para engañar. Jehová detesta esa clase de engaño porque refleja un corazón egoísta y sin temor a Dios. En cambio, la justicia y la integridad son cualidades que agradan a Jehová.

Proverbios 20:29. En los años de juventud, es una bendición tener salud y energía. Esa fuerza puede aprovecharse para predicar con entusiasmo, participar en construcciones teocráticas, apoyar a los mayores y ser ejemplo de vitalidad espiritual. No es solo para logros personales, sino para glorificar a Jehová.

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