SEAMOS MEJORES MAESTROS: 21 al 27 de junio del 2021, Discurso, Lección 7, Asignación Preparada.
Discurso (5 mins.): w06 1/1 28 párrs. 14, 15. Título: No olvidemos a Jehová (th lec. 7).
Esto es un aspecto muy importante en nuestras vidas. El frenesí al que estamos sometidos hoy día no nos deja tiempo libre para muchas actividades extras, más allá de trabajar y trabajar aún más.
Aunque el trabajo sea muy importante y sea el medio que tenemos para el sustento propio y familiar, un exceso de ello puede que nos lleve a olvidar otras facetas de nuestra vida mucho más importantes como Dios y a nuestra familia.
Lo mismo ocurre en todos los demás ámbitos sociales como los estudios. Repetimos vez tras vez la frase de: “corriendo a todos lados” cuando nos preguntan “¿qué tal tu día?”.
Y es que, debemos luchar contra esta corriente y pararnos a pensar, meditar y reflexionar qué es lo que estamos haciendo en nuestras vidas. Una persona moderna muy influyente dijo una vez: “Si te miras al espejo y no te gusta lo que estás haciendo, cámbialo de inmediato”.
¿Qué estamos haciendo con nuestras vidas? ¿Podríamos estar olvidando a Dios o dedicando cada vez menos tiempo a él?
VAMOS A LEER: Deuteronomio 8:11
“Ten cuidado de no olvidar a Jehová tu Dios dejando de obedecer sus mandamientos, sus decisiones judiciales y sus estatutos, que te estoy mandando hoy”
Esta advertencia se la dio Jehová a los israelitas que estaban a punto de entrar en la Tierra Prometida. ¿Y esto por qué fue?
Los israelitas se tuvieron que mantener fieles a Dios para recibir esta herencia. No siempre lo lograron como sabemos y hubo consecuencias. Los israelitas fieles que lo lograrían, tendrían una Tierra Prometida que mana leche y miel, que lo tiene todo.
Claro, esto es peligroso si se pierde el temor a Jehová. Con pensamientos tales como: “ya lo hemos conseguido, ahora me puedo relajar en mi servicio a Dios, porque ya tengo lo que quería y buscaba”.
Lo vemos reflejado en las personas del mundo, de este sistema. Se nota una tendencia de que cuando hay problemas o dificultades en la vida de una persona, ésta se acuerda más de Dios e incluso le ora aunque realmente no crea en él. Que una persona rica que tenga todo lo necesario materialmente, ésta persona no se suele acordar tanto de Dios.
¿Y por qué ocurre esto? ¿Por qué cuando tenemos más y más se puede olvidar más a Dios? Pues porque el corazón de las personas puede cambiar como dice Deuteronomio 8:14.
VAMOS A LEER: Deuteronomio 8:14
“No dejes que tu corazón se vuelva orgulloso y te haga olvidar a Jehová tu Dios, el que te sacó de la tierra de Egipto, de la tierra donde eras esclavo”
¿Nos puede ocurrir lo mismo a nosotros? Claro que sí. El corazón de los israelitas no es diferente al nuestro, es el mismo, el que nos ha dado Dios. Dependerá de cada uno de nosotros, cuáles sean las prioridades que ponemos en nuestro corazón.
Todo lo que nos sucede en la vida nos lo provee Dios. No debemos olvidarnos de él, sino ponerlo en primer lugar en nuestras vidas. Que tengamos un buen trabajo es porque Dios nos lo ha proveído, igual ocurre con los estudios y lo que consigamos en nuestra vida.
Los cristianos tenemos buenas vidas sin tantos problemas porque dejamos que Dios nos guíe, porque vivimos de acuerdo a sus decisiones judiciales, estatutos y mandamientos.
Lo primero que debemos buscar no es la satisfacción material, sino la justicia de Dios mediante nuestra adoración pura, la cual es primordial.
Si no lo hacemos, y le damos más importancia a las diversiones materiales estaremos perdiendo el sentido de urgencia de nuestro servicio a Dios, y estaremos poniendo en segundo lugar la asistencia a nuestras reuniones o al servicio del campo, por ejemplo.
Un cristiano no puede caer en esta trampa. Pablo ya nos dijo que las personas serían amadores de placeres más que amadores de Dios. Y este es otro aspecto donde nos diferenciamos, empleamos nuestras vidas en cosas mucho más importantes. Colosenses 4:5:
VAMOS A LEER: Colosenses 4:5
“Compórtense sabiamente con los de afuera y aproveche el tiempo de la mejor manera”
¿Cómo aprovechamos este tiempo de la mejor manera? Pues no olvidando a Jehová. Haciendo como leemos en 2 Timoteo 4:2, predicando la palabra de Dios. Con sentido de urgencia, en todo momento, ya sea en tiempos fáciles como difíciles para nosotros.
Debemos examinar nuestras acciones y lo que hacemos en la vida, de forma que no estemos poniendo en un lugar que no merece a Jehová. Un examen de conciencia para tener siempre presente, en primer lugar a Dios y su Reino, de forma que no lo olvidemos nunca.