Estudio De La Atalaya, 14-20 Diciembre 2020, Cómo llevar a un estudiante al bautismo (parte 2), Respuestas Subrayadas.
1. ¿Por qué decimos que la labor de hacer discípulos es una obra que salva vidas?
LA LABOR de hacer discípulos es una obra que salva vidas. ¿Por qué decimos esto? Recordemos que en Mateo 28:19, 20 Jesús mandó “vayan”, “hagan discípulos” y “bautícenlos”. Y sabemos que el bautismo es muy importante, pues es un requisito para los que quieren salvarse. La persona que desea bautizarse debe tener fe en que solo puede salvarse gracias a que Jesús murió por nosotros y fue resucitado. Por eso, el apóstol Pedro les dijo a los cristianos: “El bautismo […] ahora también los está salvando a ustedes […] mediante la resurrección de Jesucristo” (1 Ped. 3:21). Así pues, desde el momento en que alguien se bautiza, puede tener la esperanza de vivir para siempre.
2. De acuerdo con 2 Timoteo 4:1, 2, ¿Qué se espera de nosotros como maestros?
Para hacer discípulos, necesitamos cultivar el “arte de enseñar” (lea 2 Timoteo 4:1, 2). ¿Por qué? Porque Jesús nos mandó “vayan”, “hagan discípulos” y “enséñenles”. El apóstol Pablo le dijo a Timoteo que no dejara de esforzarse en esa obra y añadió: “Así te salvarás a ti mismo y también a los que te escuchan”. No es de extrañar que le diera este consejo: “Presta constante atención […] a tu enseñanza” (1 Tim. 4:16). En vista de que la obra de hacer discípulos tiene mucho que ver con nuestra enseñanza, queremos que esta sea de la mejor calidad posible.
3. ¿Qué veremos en este artículo?
Todas las semanas, les enseñamos a millones de personas las verdades de la Biblia. Pero, como vimos en el artículo anterior, queremos saber cómo ayudar a más personas para que progresen y se bauticen. En este artículo, veremos cinco cosas que deben hacer los maestros para llevar a los estudiantes al bautismo.
DEJAR QUE SEA LA BIBLIA LA QUE ENSEÑE
4. ¿Por qué debe el maestro controlarse al dar clases de la Biblia? (Vea también la nota).
A todos nos encanta enseñar sobre la Palabra de Dios. Así que tal vez sintamos la tentación de hablar de ella sin parar. Ahora bien, al dirigir el Estudio de La Atalaya, el Estudio bíblico de la congregación o al dar clases bíblicas, no debemos hablar más de la cuenta. Dejemos que sea la Biblia la que enseñe. Para ello, el maestro tiene que controlarse y no intentar explicar todo lo que sabe sobre cierto tema o versículo (Juan 16:12). * Compare lo que usted sabe ahora de la Biblia con lo que sabía cuando se bautizó. Lo más probable es que solo conociera las enseñanzas básicas (Heb. 6:1). Si le tomó años tener el conocimiento que tiene ahora, no intente enseñarle a su estudiante todas las cosas de golpe.
5. a) De acuerdo con 1 Tesalonicenses 2:13, ¿Qué queremos que comprenda el estudiante? b) ¿Cómo podemos lograr que la persona se exprese sobre lo que está estudiando?
a). Queremos que el estudiante comprenda que lo que está aprendiendo viene de la Palabra de Dios (lea 1 Tesalonicenses 2:13). b). Para lograrlo, animémoslo a que se exprese sobre lo que está estudiando. En vez de ser siempre nosotros quienes expliquemos los textos, pidámosle que explique algunos. Ayudémoslo a ver cómo puede él aplicarse personalmente lo que dice la Biblia. Hagámosle preguntas para guiarlo y para ayudarle a expresar lo que piensa y lo que siente sobre los versículos que lee (Luc. 10:25-28). Por ejemplo, preguntémosle: “¿Puede usted ver alguna cualidad de Jehová en este pasaje?”, “¿Cómo puede beneficiarle esta verdad bíblica?”, “¿Cómo le hace sentir lo que acaba de aprender?” (Prov. 20:5). Lo más importante no es si aprende muchas cosas, sino si las ama y las pone en práctica.
6. ¿Por qué puede ser buena idea pedirles a publicadores de experiencia que nos acompañen a nuestros cursos bíblicos?
¿Les pedimos de vez en cuando a publicadores de experiencia que nos acompañen a nuestros cursos de la Biblia? Si uno de ellos viene con nosotros, podemos pedirle que nos diga qué le pareció la manera en que conducimos el curso y que nos diga si dejamos que fuera la Biblia la que enseñara. Para mejorar como maestros, tenemos que ser humildes (compare con Hechos 18:24-26). También podemos preguntarle si cree que el estudiante está captando lo que estudia. Si vamos a estar fuera durante una o más semanas, podemos pedirle que dirija el curso mientras tanto. Así no se interrumpirán las clases y la persona verá lo importantes que son. Nunca pensemos que el estudiante es nuestro y que nadie puede sustituirnos. A fin de cuentas, queremos lo mejor para nuestro estudiante y que nada detenga su progreso.
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Serie de imágenes: 1. La hermana del artículo anterior está dirigiendo el curso bíblico con su estudiante, haciendo amplios gestos y con la Biblia bocabajo en la mesa. A su lado están sentadas una hermana mayor y la estudiante, ambas con cara de confundidas. 2. Más tarde, en una cafetería, la hermana escucha las sugerencias de la hermana experimentada sobre cómo mejorar como maestra. Pidamos a un maestro de experiencia que nos dé sugerencias para dejar que sea la Biblia la que enseñe.
ENSEÑAR CON ENTUSIASMO Y CONVICCIÓN
7. ¿Qué hará que el estudiante se emocione con lo que está aprendiendo?
Es importante que el estudiante vea el entusiasmo y la convicción con que hablamos de las enseñanzas de la Biblia (1 Tes. 1:5). Así es más probable que se emocione con lo que está aprendiendo. Quizás podamos contarle cómo nos han beneficiado los principios bíblicos en nuestra vida. Esto lo ayudará a ver que también pueden ser útiles en la suya.
8. ¿Cómo podemos enriquecer el curso bíblico, y por qué?
Mientras estudiamos, contémosle al estudiante experiencias de hermanos que hayan superado problemas parecidos a los que él tiene. ¿Podría beneficiarse del ejemplo de algún hermano de la congregación? Entonces, pidámosle que nos acompañe. También podemos usar experiencias animadoras de la serie “La Biblia les cambió la vida” que están en jw.org. * Esos artículos y videos harán que vea los buenos resultados de guiarse por los principios bíblicos.
9. ¿Qué podemos hacer para animar al estudiante a hablar con su familia y amigos de lo que está aprendiendo?
Si la persona está casada y su cónyuge no está estudiando, ¿por qué no lo invitamos a unirse a las clases? Además, animemos al estudiante a hablar con su familia y amigos de lo que está aprendiendo (Juan 1:40-45). Puede ser tan sencillo como decirle: “¿Cómo le explicarías este punto a tu familia?” o “¿Qué texto usarías para explicarle esta idea a un amigo?”. Esta es una manera de preparar al estudiante para que se convierta en maestro. Entonces, cuando llene los requisitos para ser publicador no bautizado, podrá empezar a predicar con la congregación. Podemos preguntarle si conoce a alguien que esté interesado en aprender de la Biblia. Si nos dice que sí, contactemos con la persona lo antes posible y ofrezcámosle un curso bíblico. Mostrémosle el video ¿Cómo son nuestros cursos bíblicos? *
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Serie de imágenes: 1. La hermana le muestra a su estudiante un video que narra una historia real. 2. La estudiante de la Biblia le explica a su esposo sus nuevas creencias. Usemos experiencias de otros hermanos para ayudar al estudiante a guiarse por los principios bíblicos.
ANIMAR AL ESTUDIANTE A HACER AMIGOS EN LA CONGREGACIÓN
10. ¿Cómo puede el maestro imitar el buen ejemplo que dio Pablo según 1 Tesalonicenses 2:7, 8?
Los maestros deben interesarse de corazón por sus estudiantes. Deben verlos como sus futuros hermanos espirituales (lea 1 Tesalonicenses 2:7, 8). Para ellos no es fácil dejar a sus amigos del mundo y hacer los cambios que necesitan para servir a Jehová. Por eso, ayudémoslos a encontrar amigos verdaderos en la congregación. Si nosotros pasamos tiempo con ellos en otras ocasiones aparte del curso bíblico, demostraremos que somos sus amigos. Mostraremos interés sincero si los llamamos, les enviamos un mensaje de texto o pasamos a verlos un ratito de vez en cuando.
11. ¿Qué queremos que encuentren los estudiantes en la congregación, y por qué?
Un proverbio africano dice: “Se necesita un pueblo para criar a un niño”. De manera parecida, podríamos decir: “Se necesita una congregación para hacer un discípulo”. Por eso es que los buenos maestros les presentan a sus estudiantes a los hermanos de la congregación que pueden ser una buena influencia para ellos. Así los estudiantes pueden recibir el apoyo espiritual y emocional del pueblo de Dios. Queremos que cada estudiante sienta que tiene un lugar en la congregación y que forma parte de nuestra familia espiritual. Si logramos que se sienta atraído a nuestra amorosa hermandad cristiana, se le hará más fácil dejar de tener una amistad estrecha con personas que no lo ayudan a amar a Jehová (Proverbios 13:20). Porque si sus amigos del mundo le dan la espalda, sabrá que puede hacer amigos verdaderos en la organización de Jehová (Mar. 10:29, 30; 1 Ped. 4:4).
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Serie de imágenes: 1. La hermana le presenta a su estudiante de la Biblia a una hermana en el Salón del Reino. 2. La hermana, la estudiante y el esposo de esta pasan un rato agradable en casa de la hermana que conoció en el Salón del Reino. Animemos al estudiante a hacer amigos en la congregación.
RECALCAR LA META DE LA DEDICACIÓN Y EL BAUTISMO
12. ¿Por qué debemos hablar con el estudiante acerca de la dedicación cristiana y el bautismo?
Hablemos sin miedo de la dedicación cristiana y el bautismo. Después de todo, nuestra meta al dar clases bíblicas es ayudar a las personas a bautizarse y servir a Jehová. Si la persona ya lleva unos meses estudiando de manera regular y sobre todo si ya ha empezado a ir a las reuniones, debe entender que el propósito del curso es ayudarla a hacerse testigo de Jehová.
13. ¿Qué pasos da el estudiante para llegar hasta el bautismo?
El estudiante sincero de la Biblia da varios pasos para llegar hasta el bautismo. Primero, llega a conocer y a amar a Jehová, y pone su fe en él (Juan 3:16; 17:3). Luego, se hace amigo de Dios y de los hermanos de la congregación (Heb. 10:24, 25; Sant. 4:8). Con el tiempo, deja de hacer cosas malas y se arrepiente de sus pecados (Hech. 3:19). Mientras tanto, su fe lo impulsa a hablar de la verdad con otras personas (2 Cor. 4:13). Por último, se dedica a Jehová y se bautiza en símbolo de su dedicación (1 Ped. 3:21; 4:2). Sin duda, ese es un día muy feliz para todos. A medida que el estudiante vaya dando pasos, felicitémoslo con generosidad y animémoslo a seguir progresando.
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La estudiante sale de la piscina en la que acaba de bautizarse. Su esposo, la hermana que le dio las clases y otros hermanos de la congregación están sonriendo y aplaudiendo. El estudiante sincero de la Biblia da varios pasos para llegar hasta el bautismo.
EVALUAR SU PROGRESO CADA CIERTO TIEMPO
14. ¿Cómo puede el maestro evaluar el progreso de un estudiante?
Se necesita paciencia para llevar a un estudiante a la dedicación y al bautismo. Pero tarde o temprano tenemos que averiguar si desea servir a Jehová o no. ¿Se ve que se esfuerza por obedecer los mandatos de Jesús? ¿O solo estudia porque le parece interesante aprender sobre la Biblia?
15. ¿Qué cosas demuestran que un estudiante está progresando?
Analicemos cada cierto tiempo qué progresos está haciendo el estudiante. Por ejemplo, ¿expresa lo que siente por Jehová? ¿Le ora? (Sal. 116:1, 2). ¿Le gusta leer la Biblia? (Sal. 119:97). ¿Va a las reuniones con regularidad? (Sal. 22:22). ¿Ha hecho los cambios que sean necesarios en su vida? (Sal. 119:112). ¿Ha empezado a hablar con su familia y amigos de lo que está aprendiendo? (Sal. 9:1). Y, por encima de todo, ¿quiere ser testigo de Jehová? (Sal. 40:8). Si no está avanzando en ninguno de estos campos, tratemos de averiguar con prudencia el motivo y luego hablemos de ello de manera bondadosa pero franca. *
16. ¿Cuándo sería recomendable dejar de darle clases bíblicas a alguien?
Analicemos también cada cierto tiempo si debemos seguir dándole clases de la Biblia a alguien. Preguntémonos: “¿Se prepara para cada sesión? ¿Tiene interés en asistir a las reuniones? ¿Ha dejado las malas prácticas? ¿Se ha salido de la religión falsa?”. Si la respuesta a estas preguntas es no, seguir dándole clases sería como empeñarse en enseñar a nadar a alguien que no se quiere mojar. Si la persona no valora lo que está aprendiendo y no está dispuesta a hacer cambios, ¿por qué seguir con el curso?
17. ¿Qué debe hacer el maestro de la Biblia a fin de prestar constante atención a su enseñanza, como dice 1 Timoteo 4:16?
La labor de hacer discípulos es una responsabilidad que tomamos muy en serio. Queremos ayudar a nuestros estudiantes de la Biblia a llegar hasta el bautismo. Por eso, dejaremos que sea la Biblia la que enseñe y enseñaremos con entusiasmo y convicción. Animaremos al estudiante a hacer amigos en la congregación, recalcaremos la meta de la dedicación y el bautismo, y evaluaremos el progreso del estudiante cada cierto tiempo. (Vea el recuadro “ Lo que debe hacer el maestro”). ¡Qué felices nos hace participar en esta obra que salva vidas! Por tanto, esforcémonos al máximo por llevar a nuestros estudiantes de la Biblia al bautismo.
Una hermana sonríe mientras dirige un curso de la Biblia con una estudiante.
Lo que debe hacer el maestro
1.Dejar que sea la Biblia la que enseñe
Controlarse para no hablar más de la cuenta.
Pedir a maestros de experiencia sugerencias para mejorar.
2.Enseñar con entusiasmo y convicción
Dejar que el estudiante vea que a usted le emocionan las verdades de la Biblia.
Usar experiencias de hermanos que pusieron en práctica lo que aprendieron.
Animar al estudiante a hablar con otros de lo que está aprendiendo.
3.Animar al estudiante a hacer amigos en la congregación
Interesarse de corazón por el estudiante.
Presentarle a hermanos que pueden ser una buena influencia para él.
Hacerle sentir que tiene un lugar en la congregación.
4.Recalcar la meta de la dedicación y el bautismo
Ayudar al estudiante a dar los pasos que lo llevarán al bautismo.
Animarlo y felicitarlo con generosidad.
5.Evaluar su progreso cada cierto tiempo
Tratar de ver si desea servir a Jehová o no.
Si no está progresando, hablar con él de manera bondadosa pero franca.
¿QUÉ APRENDIÓ EN ESTE ARTÍCULO?
¿Por qué es necesario que el maestro hable poco cuando da clases de la Biblia?
Sin duda en el tiempo que llevamos en la verdad hemos acumulado una gran cantidad de conocimiento y habilidades pero durante la sesión de estudio, deberíamos concentrarnos en analizar lo que la información enseña sobre Dios. Destacando la importancia de leer la Biblia todos los días y orar a Jehová “incesantemente”. Si hablamos mucho durante las sesiones de estudio podríamos eclipsar lo realmente importante.
¿Cómo podemos ayudar a los estudiantes a acercarse a la congregación?
Para que nuestros estudiantes de la Biblia lleguen a ser discípulos, tenemos que ayudarles a hacer cambios en su vida, eso implica dejar sus malas prácticas, sus amigos y familiares, por eso es importante que encuentren todo eso en la congregación, recordemos lo que un proverbio africano aplicado dice: “Se necesita una congregación para hacer un discípulo”.
¿Por qué no debemos tener miedo de recalcar la meta de la dedicación y el bautismo?
Porque el objetivo principal de dar clases bíblicas a una persona es que se dedique y bautice, pues solo así podrá contar con el favor de Jehová, al vivir de acuerdo con su dedicación recibirán la protección espiritual de Jehová. Pero debemos recordar que Jehová no obliga a nadie a servirle y que la dedicación es una decisión personal.
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