Estudio De La Atalaya, 21-27 Diciembre 2020, Jehová está guiando a su organización,  Respuestas Subrayadas.

 

 

1. ¿Qué es necesario que sigamos haciendo los cristianos bautizados?

SI ESTAMOS bautizados, eso significa que hemos expresado en público que tenemos fe en Jehová y que estamos dispuestos a servirle con su organización. * Claro, es necesario que sigamos fortaleciendo nuestra fe y nuestra confianza en que él está usando a su organización hoy día para cumplir su voluntad.

2, 3. ¿Qué características de Jehová se reflejan en la forma en que dirige a su organización?

En la actualidad, la forma en que Jehová dirige a su organización refleja su personalidad, su propósito y sus normas. Veamos tres características de Jehová que se reflejan en su organización.




Primero, “Dios no es parcial” (Hech. 10:34). El amor impulsó a Jehová a dar a su Hijo como rescate por todos (Juan 3:16; 1 Tim. 2:6). Para ayudar a cuantas personas sea posible a beneficiarse de ese rescate, Jehová utiliza a su pueblo para llevar las buenas noticias a todos los que deseen escucharlas. Segundo, Jehová es un Dios de orden y de paz (1 Cor. 14:33, 40). Así que es de esperar que su pueblo le sirva de manera ordenada y pacífica. Tercero, Jehová es el “Gran Instructor” (Is. 30:20, 21). Por eso, su organización se dedica a enseñar su Palabra, tanto en la congregación como en la predicación. ¿Cómo se reflejaron estas tres características de Jehová en la congregación cristiana del siglo primero? ¿Cómo las refleja su pueblo en la actualidad? ¿Y cómo nos ayuda el espíritu santo a los que servimos con la organización de Jehová hoy día?

DIOS NO ES PARCIAL

4. Según las palabras de Hechos 1:8, ¿qué mandato les dio Jesús a sus discípulos, y con qué ayuda contarían?

En el siglo primero. El mensaje que Jesús predicó le dio esperanza a toda la humanidad (Luc. 4:43). Les mandó a sus discípulos que siguieran con la obra que él había iniciado y que dieran testimonio “hasta la parte más lejana de la tierra” (lea Hechos 1:8). Claro, no podrían realizarla con sus propias fuerzas. Necesitarían el apoyo del espíritu santo, “el ayudante” que Jesús les había prometido (Juan 14:26; Zac. 4:6).

5, 6. ¿De qué maneras ayudó el espíritu santo a los discípulos de Jesús?

Los discípulos de Jesús recibieron el espíritu santo en el Pentecostés del año 33. Con la ayuda de este espíritu, enseguida empezaron a predicar, y en poco tiempo miles aceptaron las buenas noticias (Hech. 2:41; 4:4). Y, cuando surgió la persecución, no se acobardaron. Más bien, le pidieron ayuda a Dios y oraron: “Haz que tus esclavos sigan hablando de tu palabra con gran valor”. Entonces, se llenaron de espíritu santo y siguieron proclamando “la palabra de Dios con valor” (Hech. 4:18-20, 29, 31).

Pero estos fieles se enfrentaron a otras dificultades también. Por ejemplo, había pocas copias disponibles de las Escrituras y no contaban con las ayudas de estudio que tenemos hoy día. Y tenían que predicarles a personas que hablaban muchos otros idiomas. Pese a todo, estos entusiastas discípulos lograron lo que parecía imposible: en unas cuantas décadas, habían llevado las buenas noticias a “toda la creación que está bajo el cielo” (Col. 1:6, 23).

7. Hace más de cien años, ¿cómo sabían los siervos de Jehová lo que él esperaba de ellos, y cómo reaccionaron?

No cabe duda que hace más de cien años los cristianos verdaderos comprendieron el mandato de Mateo 28:19,20; tal y como lo mencionó una atalaya de 1881, estaban convencidos que el nombramiento como discípulos de Cristo o como ungidos era para sentirse más importantes o recibir honra, de manera correcta y humilde sabían que su deber era desgastarse en la labor de predicar las buenas nuevas.

En la actualidad. Jehová sigue guiando y dando fuerzas a su pueblo. Por supuesto, esa guía viene principalmente mediante su Palabra inspirada. En ella se registra el ministerio de Jesús y el mandato que dio a sus discípulos de seguir con la obra que él había comenzado (Mat. 28:19, 20). Ya para julio de 1881, esta revista dijo: “No se nos llamó ni ungió para recibir honra y acumular riquezas, sino para gastar y gastarnos, y para predicar las buenas nuevas”. El folleto To Whom the Work Is Entrusted (A quienes se les confía la obra), publicado en 1919, dijo: “La obra parece abrumadora, pero pertenece al Señor y, con su apoyo, la llevaremos a cabo”. Así es, como los cristianos del siglo primero, estos hermanos se entregaron con valor a la obra, seguros de que el espíritu santo los ayudaría a predicar a toda clase de personas. Nosotros tenemos hoy la misma seguridad.

8, 9. ¿De qué métodos se ha valido la organización de Jehová para difundir las buenas noticias?

Para difundir las buenas noticias, la organización de Jehová se ha valido y se sigue valiendo de las mejores herramientas disponibles. Entre estas podemos mencionar las publicaciones impresas, el “Foto-Drama de la Creación”, los gramófonos, los automóviles con altavoces, los programas de radio y, más recientemente, la tecnología digital. Además, nadie en la historia ha traducido a tantos idiomas como lo hace la organización de Dios. ¿Y por qué lo hacemos? Para que toda clase de personas escuchen las buenas noticias en su propio idioma. Jehová es imparcial y predijo que las buenas  noticias se anunciarían “a toda nación, tribu, lengua y pueblo” (Apoc. 14:6, 7). Él desea que el mensaje del Reino esté al alcance de todas las personas.

¿Y qué hay de las personas a las que es difícil llegar, quizás porque viven en edificios de alta seguridad? A fin de llegar a ellas, Jehová ayudó a su organización para que empezara a probar diversos métodos de predicación pública. Por ejemplo, en el 2001 el Cuerpo Gobernante aprobó el uso de carritos y otros exhibidores en Francia, y posteriormente en otros lugares también. Los resultados fueron positivos. En el 2011, se inició un programa piloto en una de las zonas más concurridas de la ciudad de Nueva York (Estados Unidos). En el primer año, se dejaron en manos de las personas 102.129 libros y 68.911 revistas, y 4.701 personas solicitaron un curso bíblico. Estaba claro que el espíritu santo respaldaba esta obra. Por eso, el Cuerpo Gobernante aprobó el uso de exhibidores de publicaciones por todo el mundo.

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Serie de imágenes: Herramientas pasadas y actuales para predicar las buenas noticias. 1. Un programa de radio. 2. Un automóvil con altavoces. 3. Un gramófono. 4. Las revistas “Zion’s Watch Tower” y “Golden Age”. 5. Las revistas “La Atalaya” y “¡Despertad!”. 6. El sitio de Internet jw.org. 7. Una pareja junto a dos carritos de publicaciones predicando a quienes pasan por allí. Para difundir las buenas noticias, la organización de Jehová se ha valido y se sigue valiendo de las mejores herramientas disponibles. (Vea los párrafos 8 y 9).

10. ¿Qué podemos hacer para mejorar en nuestro ministerio cristiano?

Lo que nosotros podemos hacer. Aprovechemos al máximo la capacitación que Jehová nos da en las reuniones. Salgamos regularmente con nuestro grupo de predicación. Si hay algún aspecto en el que debemos mejorar, los hermanos del grupo pueden ayudarnos y animarnos con su excelente ejemplo. Sigamos predicando pese a las dificultades. Como nos recuerda el texto temático de este artículo, hacemos la voluntad de Dios con la ayuda del espíritu santo, no con nuestras propias fuerzas (Zac. 4:6). Al fin y al cabo, esta es la obra de Dios.

JEHOVÁ ES UN DIOS DE ORDEN Y DE PAZ

11. ¿Cómo trabajó en unidad el cuerpo gobernante del siglo primero para conservar el orden del pueblo de Dios?

En el siglo primero. El cuerpo gobernante, que estaba en Jerusalén, trabajaba en unidad para conservar el orden y la paz del pueblo de Dios (Hech. 2:42). Por ejemplo, cuando alrededor del año 49  surgió la cuestión de la circuncisión, el cuerpo gobernante analizó el asunto bajo la guía del espíritu santo. Si la congregación se hubiera quedado dividida, la predicación se habría visto afectada. Aunque los apóstoles y los ancianos eran judíos, no se dejaron influenciar por sus tradiciones o por quienes las enseñaban. Más bien, buscaron la guía de la Palabra y el espíritu de Dios (Hech. 15:1, 2, 5-20, 28). El resultado fue que Jehová bendijo la decisión, la congregación conservó la paz y la unidad, y la predicación siguió adelante (Hech. 15:30, 31; 16:4, 5).

12. ¿Por qué decimos que en la organización de Jehová hoy reinan la paz y el orden?

En la actualidad. La organización de Jehová se ha esforzado por conservar el orden y la paz del pueblo de Dios. Ya para 1895, el número del 15 de noviembre de la edición en inglés de esta revista tenía un artículo basado en 1 Corintios 14:40 que se titulaba “Decentemente y con orden”. Este decía: “Los apóstoles dieron mucho consejo a la Iglesia primitiva respecto al orden […]. Es prudente seguir prestando cuidadosa atención a las cosas que fueron escritas para nuestra advertencia” (Rom. 15:4). El mismo deseo de orden y de paz que distinguió a los cristianos del siglo primero se ve a las claras en la organización de Jehová hoy día. Como botón de muestra, si asistiéramos a un Estudio de La Atalaya en otra congregación, incluso en otro país, sabríamos cómo se conduciría el estudio y qué artículo se estaría analizando. Enseguida nos sentiríamos en casa. Esta hermosa unidad solo es posible gracias al espíritu de Dios (Sof. 3:9, nota).

13. Teniendo presentes las palabras de Santiago 3:17, ¿qué preguntas deberíamos hacernos?

Lo que nosotros podemos hacer. Jehová desea que mantengamos “la unidad del espíritu mediante el vínculo de la paz” (Efes. 4:1-3). Por eso, preguntémonos: “¿Fomento la paz y la unidad en la congregación? ¿Soy obediente a los hermanos que la dirigen? ¿Pueden los demás confiar en mí, sobre todo si tengo  responsabilidades en la congregación? ¿Soy una persona puntual, servicial y dispuesta a ayudar?” (lea Santiago 3:17). Si nos parece que podemos mejorar en alguno de estos aspectos, pidámosle a Jehová espíritu santo. Cuanto más permitamos que este moldee nuestra personalidad e influya en nuestras acciones, más nos amarán nuestros hermanos y nos valorarán.

JEHOVÁ NOS EDUCA Y NOS DA LO QUE NECESITAMOS

14. Según se ve en Colosenses 1:9, 10, ¿cómo ayudó Jehová a sus siervos del siglo primero a adquirir “conocimiento exacto de su voluntad”?

En el siglo primero. A Jehová le encanta educar a su pueblo (Sal. 32:8). Desea que sus amados hijos lo conozcan, lo amen y vivan para siempre. Todo esto es posible solo gracias a la educación que él nos da (Juan 17:3). En el siglo primero, se valió de la congregación cristiana para educar a su pueblo (lea Colosenses 1:9, 10). Y gran parte de la ayuda se la dio mediante el espíritu, el “ayudante” que Jesús había prometido (Juan 14:16). Este ayudó a los discípulos a comprender la Palabra de Dios y les recordó todas las cosas que Jesús dijo e hizo, que luego quedaron registradas en los Evangelios. Este conocimiento fortaleció la fe de aquellos cristianos, así como su amor a Dios, a su Hijo y a sus hermanos.

15. ¿Cómo ha visto usted cumplirse la profecía de Jehová de Isaías 2:2, 3?

En la actualidad. Jehová predijo que, “en la parte final de los días”, personas de todas las naciones subirían a su montaña simbólica para que les enseñara sus caminos (lea Isaías 2:2, 3). Hoy vemos cumplirse esta profecía. La adoración verdadera se ha puesto muy por encima de toda forma de adoración falsa. ¡Y qué banquete espiritual nos ofrece Jehová! (Is. 25:6). Mediante “el esclavo  fiel y prudente”, nos da una gran cantidad de alimento, pero también una asombrosa variedad, desde artículos y discursos hasta dibujos animados y videos (Mat. 24:45). Nos sentimos como Elihú, el amigo de Job, que con razón dijo sobre Dios: “¿Qué instructor es como él?” (Job 36:22).

16. ¿Qué podemos hacer para crecer en sentido espiritual?

Lo que nosotros podemos hacer. El espíritu santo nos ayudará a poner en práctica lo que leamos y estudiemos en la Palabra de Dios. Pidamos a Jehová lo mismo que el salmista: “Oh, Jehová, enséñame tu camino. Yo andaré en tu verdad. Unifica mi corazón para que tema tu nombre” (Sal. 86:11). Así pues, sigamos aprovechando el alimento espiritual que Jehová nos da mediante su Palabra y su organización. Claro, no queremos limitarnos a adquirir conocimiento. Grabemos la verdad en nuestro corazón y pongámosla en práctica en nuestra vida. El espíritu de Jehová nos ayudará a hacerlo. Animemos también a nuestros hermanos, pues son nuestra familia espiritual (Heb. 10:24, 25). Oremos para que el espíritu de Dios nos ayude a dar comentarios de corazón en las reuniones y a hacer lo mejor posible cuando se nos asigne una parte del programa. Si hacemos todo esto, les demostraremos a Jehová y su Hijo que amamos a sus valiosas ovejas (Juan 21:15-17).

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Serie de imágenes: 1. Una hermana está sentada en un escritorio escribiendo en una libreta y viendo un video sobre ir adonde se necesita ayuda para predicar. 2. La hermana predica en otro país. Grabemos la verdad en nuestro corazón y pongámosla en práctica en nuestra vida. (Vea el párrafo 16). *

17. ¿Cómo podemos demostrar que apoyamos con lealtad a la organización de Jehová?

Dentro de poco, la única organización que quedará en la Tierra será la que Dios dirige con su espíritu. Por eso, trabajemos junto con ella con entusiasmo. Reflejemos el amor y la imparcialidad de Dios llevando las buenas noticias a todas las personas. Imitemos su amor por la paz y el orden promoviendo la unidad en la congregación. Y escuchemos a nuestro Gran Instructor aprovechando al máximo el banquete espiritual que nos ofrece. Así, cuando el mundo de Satanás llegue a su fin, no tendremos miedo. Más bien, con valor estaremos entre quienes sirven leales junto a la organización de Jehová.

¿CÓMO NOS AYUDA LA ORGANIZACIÓN DE JEHOVÁ A HACER LO SIGUIENTE?

Predicar a toda clase de personas.

Dios no es parcial, y Jesús nos dejo un buen ejemplo de cómo dar nuestro ministerio a gente de toda clase, por eso hacemos bien en imitarlo, pues la organización de Jehová nos a dado las mejores herramientas disponibles para llegar a todo tipo de persona sin importar lo difícil que sea acceder a ellas, Jehová desea que  el mensaje del Reino esté al alcance de todos.

Servir con nuestros hermanos en orden y en paz.

Santiago 3:17 nos menciona cualidades importantes y necesarias para mantener la paz y orden en la congregación, por ejemplo el tener misericordia, el dejar la parcialidad y no ser hipócritas, en caso de ver que fallamos en algo, podemos pedir a Jehová su espíritu santo así podremos servir con nuestros hermanos en paz y orden.

Beneficiarnos de la educación que ofrece Jehová.

Jehová es el  más grande instructor, y más importante aún, le encanta educarnos, pues  mediante el espíritu santo podemos comprender la biblia y así con el conocimiento exacto fortaleceremos nuestra fe y amor. Mediante el esclavo fiel y discreto  Jehová nos alimenta con una gran variedad de artículos, discursos, dibujos animados y videos.

Por toolsjw

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