TESOROS DE LA BIBLIA 21al 27 de junio: “No formes ninguna alianza matrimonial con ellas” , Discurso.
“No formes ninguna alianza matrimonial con ellas” (10 mins.)
La institución sagrada del matrimonio es un regalo de Jehová y aguarda muchas bendiciones y beneficios para los cónyuges. Esta institución sagrada ya no lo es tanto para la sociedad actual, donde muchas personas no creen ni necesario casarse, donde no respetan los regalos que nos ha dado Dios que solo puede tener lugar en esta unión sagrada.
Todo este libertinaje que existe en el sistema material e inmoral actual provoca terribles consecuencias y problemas que termina rompiendo familias, personas y vidas de hijos por medio. La institución del matrimonio es uno de los grandes regalos que nos da Dios para beneficio de nosotros, porque Él no quiere vernos sufrir sino ser felices en familia.
Por esto, la opinión de Jehová sobre el matrimonio, las relaciones sexuales, la vida familiar con hijos, etc., no ha cambiado, y el matrimonio sigue siendo sagrado y el único marco válido legal donde puede tener lugar estas actividades para la satisfacción de ambos cónyuges.
La degradación moral que existe en la actualidad intenta infravalorar esta unión sagrada que ha instituido Dios e intenta reírse de ella. La sociedad actual predica el todo vale sin necesidad de estar casado, y esto no puede ser. Los cristianos fieles y limpios vemos esta situación desde fuera y también somos conscientes de todos los problemas que se generan al no obedecer este principio sagrado que nos da Dios por medio de la Biblia.
Las personas que no creen en Dios no entienden porqué ciertas cosas solo están reservadas para el matrimonio, ya que en su vida es normal hacerlo en cualquier momento. Además, al no compartir nuestros mismos valores cristianos no entienden muchos aspectos de nuestra vida en nuestro servicio sagrado a Dios.
Como por ejemplo, porqué debemos predicar el nombre de Dios con asiduidad, porqué de las reuniones, de la oración, de nuestro estudio rutinario de la Biblia, de porqué no celebramos ciertas fiestas, etc. Hay una bipolaridad tan opuesta y clara de valores morales que no es posible casarnos con una persona fuera del señor y que no suponga una piedra de tropiezo en algunos aspectos de nuestra fe.
Jehová en su inmensa sabiduría, sabía esto y lo advirtió. Es más, lo dejó bastante claro y dio un mandato a los israelitas para que solo se casaran con aquellas personas que también adoraban a Dios de la forma en la que ellos lo hacían.
Esto no ha cambiado. La Biblia nos da el mandato de casarnos en el señor, con un cónyuge que comparta nuestras mismas creencias y forma de vida. Solo así, seremos felices, seguiremos al lado de Jehová y le estaremos obedeciendo. Así nos lo dice Deuteronomio 7:3 de una forma muy clara:
VAMOS A LEER: Deuteronomio 7:3
“No formes ninguna alianza matrimonial con ellas. No cases a tus hijas con sus hijos ni cases a tus hijos con sus hijas”
Jehová sabía que Satanás usaría esta trampa para corromper a los israelitas, de forma que se casarán con estos hombres o mujeres y paulatinamente irían adorando a sus dioses falsos o dedicando menos tiempo a su dedicación y adoración pura.
Al no compartir los mismos valores morales, cristianos y el mismo servicio sagrado a Dios, habrían presiones para que hicieran lo que su cónyuge no cristiano quiera dejando de lado a Dios. Jehová advirtió que si se casaban fuera del señor se irían apartando de él y terminarían sirviendo a otros dioses, o poniendo en primer lugar otras cosas y diversiones.
El peligro era muy grande y los problemas y consecuencias muchas. Jehová no quiere vernos sufrir, quiere lo mejor para nosotros. Y este tipo de alianzas matrimoniales no lo son. Se pierde la protección que nos da Dios, además de ser presas fáciles de enemigos al perder el favor de Jehová.
Satanás sabe mejor que nadie cómo atacarnos, algunas veces de forma directa y otras lo va trabajando con paciencia y con tiempo, de forma que vaya entrando en nuestro corazón sin darnos cuenta hasta que sea demasiado tarde y dejemos de servir a Dios.
VAMOS A LEER: Deuteronomio 7:4
“Porque ellos harán que tus hijos dejen de servirme para servir a otros dioses; entonces Jehová se enojará con ustedes y los aniquilará rápidamente”.
Hoy día, puede que no nos hagan servir a otros dioses falsos directamente. Pero un ejemplo muy claro son las diferentes celebraciones que hace este sistema. Los cumpleaños, la navidad, los carnavales, la Semana Santa, etc., son todo celebraciones que hacen todas o casi todas las personas de este sistema y que nosotros como cristianos verdaderos no compartimos.
En un matrimonio con un cónyuge no cristiano es muy difícil evitar ciertas de estas celebraciones completamente, y si se hace, puede conllevar problemas con la otra persona como resentimientos y otro tipo de sentimientos. Puede ocurrir como acabamos de leer en Deuteronomio y llegar a un punto de verlo normal y que Jehová se enoje con nosotros.
No queremos poner en riesgo nuestra relación íntima con Dios y por ello obedecemos todos sus mandamientos, casarse en el señor es uno de ellos. Este mandamiento como todos los demás, fue dado porque Jehová nos quiere, nos ama y quiere protegernos en todo momento. No quiere vernos triste nunca.
Los matrimonios cristianos son mucho más felices que los demás, y esto no es una cuestión baladí. Lo hemos comprobado, y lo comprobamos día tras día. En un matrimonio cristiano con verdaderos cristianos y siervos fieles y leales a Dios no cabe, no tiene lugar la infidelidad sexual ni el engaño.
Los matrimonios cristianos tienen la seguridad que su cónyuge será siempre leal al otro y nunca cometerá adulterio ni cualquier otra práctica detestable. Esto de seguro nos genera un gran tranquilidad y refuerza nuestra confianza plena en nuestro cónyuge haciendo matrimonios más fuertes y felices. ¡Qué gran bendición nos da Jehová de poder confiar plenamente en nuestro cónyuge!. Esta duda en el mundo, en matrimonios no cristianos, siempre existe y provoca muchos problemas.
Salomón amaba mucho a Jehová y aún así pecó contra él, ya que sus esposas extranjeras así lo impulsaron y presionaron. Cuando Jehová nos dice que nos casemos solo con personas que le sirven es para que no cometamos el mismo error. Para que nos vaya bien, para que seamos felices, para que seamos confiables y amorosos.
Todo son bendiciones y estamos muy agradecidos por la gran sabiduría de Jehová y de que se preocupe tanto por nosotros, por nuestra vida, por nuestro lazo conyugal.
Además, cuando así lo hacemos estamos obedeciendo a Jehová y reconociendo que Él tiene la autoridad para decirnos lo que está bien y lo que está mal.
El libertinaje de la sociedad no afecta a un cristiano fiel y leal a Dios. El punto de vista de Jehová sobre el matrimonio, sobre la unión sagrada que Él ha ungido no ha cambiado por mucho que se empeñe este sistema. Es más, ahora más que nunca es importante obedecer lo que nos dice la Biblia.
VAMOS A LEER: 1 Corintios 7:39
“La esposa está atada a su esposo mientras él esté vivo. Pero, si su esposo se duerme en la muerte, está libre para casarse con quien quiera, siempre que sea en el Señor”
VAMOS A LEER: 2 Corintios 6:14
“No se pongan bajo un yugo desigual con los no creyentes. Porque ¿Qué relación tienen la justicia y la maldad? ¿O qué tienen en común la luz y la oscuridad?”
Hemos de elegir muy bien a nuestro cónyuge. Ha de ser un cónyuge cristiano que ame a Dios y se esfuerce en todos los aspectos de su vida por cumplir con su voluntad, aunque cometa errores y tenga defectos, no hay nadie perfecto. Pero sí debe esforzarse por cambiar, por mejorar, por fortalecer su fe, por ser mejor cónyuge. Por obedecer a Jehová y sus mandamientos.
De esta forma, nuestro matrimonio será fuerte y tendrá a Jehová en primer lugar, estaremos bajo un yugo matrimonial cristiano como Dios quiere para nosotros, para que nos vaya bien, para que tengamos muchas bendiciones el resto de nuestras vidas.