TESOROS DE LA BIBLIA 24-30 de Mayo: “Refugiémonos en Jehová”, Discurso.
Por ejemplo cuando se trabaja con maquinaria pesada en equipo pueden ocurrir errores, ya sean humanos o de la máquina, que puede poner en riesgo la vida de los trabajadores.
En el tiempo de los israelitas ocurría de forma parecida y podían cometerse errores que desembocara en una desgracia. Como que se desprendiera la cabeza de un hacha al cortar leña y alcanzara a su prójimo y lo matase o muriera a consecuencia de esta herida.
VAMOS A LEER : Deuteronomio 19:5
“por ejemplo, si va con su prójimo al bosque a recoger leña y levanta la mano con el hacha para cortar un árbol, pero la cabeza del hacha se sale del mango, golpea a su prójimo y lo mata—, el homicida debe huir a una de estas ciudades para salvar su vida”
Este ejemplo que lo recoge la Biblia es porque estas situaciones podían ocurrir, ocurrieron e incluso podían ser habituales.
Estas muertes que se podían dar por accidente, por las circunstancias especiales que ocurrían convertían a una persona en un homicida involuntario. Es decir, había quitado una vida sin querer y sin ningún tipo de odio hacia esa persona.
No es un asesinato consciente, ha sido un accidente, ha sido sin querer y sin odio. Sin embargo, aunque esta persona no merezca morir por este error, los familiares del fallecido posiblemente querrían venganza y por eso se establecieron las ciudades refugio para homicidas involuntarios que tenían el objetivo de ser lugares de asilo.
Fueron seis las ciudades que Jehová había designado como ciudades refugio. Tres de ellas fueron establecidas por medio de Moisés antes de que muriera y las siguientes tres por Josué. Estas ciudades refugio, Bézer, Ramot, Golán, Quedes, Siquem y Hebrón eran ciudades levitas, y Hebrón era una ciudad sacerdotal. Todas estas ciudades recibieron el estatus de “estados sagrado”.
Y acudían a ellas aquellas personas inocentes pero que han matado sin querer y sin odio a una persona debido a un accidente, tragedia o error.
VAMOS A LEER : Números 35:15
“Estas seis ciudades servirán de refugio para los israelitas, los residentes extranjeros y los inmigrantes que están entre ellos, para que cualquiera que mate a alguien sin querer huya allá”
Aunque esta muerte había sido provocado por error o sin querer, seguiría existiendo unas personas que querrían vengarse, estos vengadores de la sangre podrían querer matar a esta persona. Mientras que para este caso de homicidio involuntario, Jehová le mostraba misericordia.
Es por ello que estas ciudades son para el refugio de estas personas, que han cometido un error y ahora se tienen que trasladar y hacer cambios y sacrificios para seguir con su vida. No podían salir de estas ciudades hasta que muriera el sumo sacerdote, fuera de ellas no estaría seguro.
Esta misericordia de Jehová ante un homicida involuntario se mostraba tras un procedimiento legal y judicial en la que se demostraba, que efectivamente, había sido por accidente y que no hubieran asesinos que se intentaran beneficiar de estas ciudades refugio, de esta misericordia de Jehová.
Notamos que se usa la expresión de homicida involuntario y no la palabra de homicida imprudente o directamente homicida. En este procedimiento legal, un juicio en el que se probaba y se demostraba la inocencia del presunto agresor, se dilucidaba si realmente había sido sin querer, sin odio y totalmente inconsciente. De lo contrario, es un asesino y respondería con su vida por ese asesinato.
VAMOS A LEER : Números 35:24
“entonces la asamblea debe juzgar entre el que hirió a la persona y el vengador de la sangre de acuerdo con estas normas”
Cuando ocurría este suceso, el homicida involuntario tenía que trasladarse a estas ciudades para proteger su vida y una vez llegaba allí, presentaba su caso ante los ancianos de la ciudad.
Esta persona hacia cambios y sacrificios en su vida, dejaba todo lo que conocía y quería para irse y tener que vivir en estos estados sagrados. En ellos, no se trataba como un criminal, sino que los habitantes de estas ciudades tenían que ser hospitalarios con él, como si de otra persona se trataba. No se le veía como un asesino, porque no lo era.
Posteriormente a este exilio a estas ciudades que le daban asilo. Tenía que presentar su caso ante los ancianos de la ciudad dónde se produjo el suceso, esto se hacía un tiempo después de lo ocurrido. Por lo que, es la única vez, hasta que muera el sumo sacerdote, que el homicida involuntario sale de la ciudad para ir a este juicio.
Este procedimiento legal era así por varios motivos. Primero, donde se produjo el incidente es la ciudad que tiene jurisprudencia para juzgar lo ocurrido ante los ancianos de esta ciudad. Y segundo, en este procedimiento donde se presentaba el caso ocurrido, se demostraba su inocencia, de forma que las ciudades refugio no se llenara de asesinos que trataban de aprovecharse de esta salvaguardia de Dios.
Esto es muy diferente a los santuarios de las naciones paganas e iglesias cristianas primitivas de la época que albergaba todo tipo de personas, tanto homicidas involuntarios como criminales.
Una vez declarado inocente en el juicio en la ciudad con jurisdicción, la persona volvía a la ciudad refugio que es donde se le garantizaba su seguridad durante el resto de su vida o hasta la muerte del sumo sacerdote. No había posibilidad a ningún tipo de rescate ni liberación de este suceso por el altar de Jehová.
VAMOS A LEER : Números 35:25
“Y la asamblea debe salvar al homicida de la mano del vengador de la sangre y devolverlo a la ciudad de refugio a la que había huido, y él tiene que vivir en ella hasta la muerte del sumo sacerdote, que fue ungido con el aceite santo”
En estas ciudades el homicida involuntario estaba a salvo, se le hospedaba hospitalariamente por los habitantes de estas ciudades, eran su refugio. Una vez declarado inocente, no se le juzgaría por el mismo caso.
El vengador de la sangre no podía entrar a esta ciudad, el homicida involuntario estaba protegido por Dios y no tenía nada que temer.
Claro, para estar en este refugio a salvo implicaba sacrificios y cambios importantes en la vida de esta persona que había cambiado radicalmente. Pero en ningún caso se trataba de una cárcel, esta persona tendría que trabajar, ayudar a otras personas, seguir sirviendo a Jehová… en definitiva, construir nuevamente su vida en plenitud y felicidad.
Este procedimiento legal judicial nos muestra la misericordia de Jehová y cómo él piensa y analiza cada caso concreto. Lo mismo ocurre hoy día con toda la congregación cristiana.
No se dictan sentencias generales sino que los ancianos de congregación como ocurría con los ancianos de estas ciudades refugio y de la ciudad dónde ocurrió el suceso, escuchan atentamente el caso y toman una decisión basada en este caso concreto.
Esto es lo vemos en la imagen con el hermano que ha cometido y es consciente de la falta que ha hecho. Los ancianos no juzgarán de forma general por la falta que ha cometido.
La naturaleza imperfecta pecaminosa lleva a muchos hermanos y hermanas a cometer faltas contra Jehová que nunca hubieran imaginado ni querrían haberlo hecho. Son muchas las pruebas y presiones que nos pone Satanás, y en algunas se puede tropezar, siendo de mucha gravedad.
Los ancianos de congregación ven muchos casos, más de los que les gustaría y tienen que juzgar en consecuencia. Esta responsabilidad es la que les ha dado Dios. Pero si tomaran la misma decisión para cada pecado específico no estarían juzgando de forma cristiana, no estarían siguiendo un procedimiento legal y judicial, sino que estarían midiendo a todos los casos por igual y con la misma vara de medir.
Lo que sí refleja la imagen es la actitud sincera de arrepentimiento que tiene el hermano ahora mismo.
Aunque hayan pecados muy categorizados, cada caso es muy diferente y una misma persona no se va a sentir igual que otra. Aquí vemos como al hermano le duele en el corazón lo que ha hecho u ocurrido. Notamos un arrepentimiento sincero de corazón y consciente. Es justo que la decisión que tomen los ancianos en este caso concreto no sea la misma hacia una persona o hermano que no siente el mismo remordimiento que tiene el hermano de la imagen.
El dolor que está sintiendo el hermano es muy grande, tendrá que hacer muchos cambios y sacrificios, tendrá que cambiar muchas cosas en su vida y construir una nueva en plenitud con Dios para que no vuelva a ocurrir nada similar y Jehová le perdone, y tendrá que seguir los consejos de los ancianos y lo que hayan dictaminado.
Jehová es misericordioso a la vez que justo. Cada caso lo analiza individualmente por medio de los ancianos de congregación y se verá los sentimientos y arrepentimiento sincero que tenga el hermano o hermana en cada caso. Porque Jehová puede perdonar nuestras ofensas, nuestros errores, un pecado grave que hayamos cometido, siempre y cuando, hagamos los sacrificios oportunos para demostrarle que de verdad nos hemos arrepentido y que no lo hemos hecho con odio como ocurre con el homicida involuntario.
Muy claro y completo su anàlisis del pàrrafo. gracias por su aportaciòn.