TEXTO DIARIO, De hoy Miércoles 13 de enero del 2021.
Examinemos las Escrituras todos los días 2021
Miércoles 13 de enero del 2021
La lámpara del cuerpo es el ojo. Por eso, si tu ojo es sencillo, todo tu cuerpo estará brillante (Mat. 6:22).
¿Qué significan estas palabras de Jesús? Que debemos llevar una vida sencilla, es decir, enfocada en un solo objetivo o propósito, sin que nada nos distraiga. Jesús mismo dio el ejemplo al enfocar su vida en el ministerio y les enseñó a sus discípulos a centrarse en el servicio a Jehová y en el Reino. Seguimos el ejemplo de Jesús si nuestra vida gira en torno al ministerio cristiano “buscando primero el reino y la justicia de Dios” (Mat. 6:33). Una manera de estar enfocados en el ministerio es simplificándonos la vida a fin de dedicar más tiempo a ayudar a otros a conocer y amar a Jehová. Por ejemplo, ¿podríamos hacer cambios en nuestro horario laboral y así predicar más durante la semana? ¿Podríamos reducir las horas que dedicamos a diversiones que tal vez nos roben mucho tiempo? w19.04 5 párrs. 12, 13.
¿Qué hizo un matrimonio a fin de dedicar más tiempo y atención al ministerio?
Veamos lo que hicieron un anciano llamado Elías y su esposa. Él cuenta: “No podíamos ser precursores en aquel momento, pero debíamos empezar a hacer algo. Así que tomamos algunas medidas que parecían pequeñas a fin de dedicar más tiempo al ministerio. Por ejemplo, redujimos los gastos; decidimos acortar el tiempo que dedicábamos al entretenimiento, pues nos dimos cuenta de que nos quitaba muchas horas, y pedimos en el trabajo que nos dieran un horario más flexible. Gracias a ello, pudimos salir a predicar al atardecer, dirigir más cursos de la Biblia y hasta predicar entre semana dos veces al mes. Estábamos encantados”.
CÓMO SER MEJORES MAESTROS
Teniendo presente lo que dice 1 Timoteo 4:13, 15, ¿cómo podemos mejorar nuestra predicación y enseñanza?
Otra forma de cumplir más plenamente con nuestro ministerio es mejorando nuestras aptitudes como maestros. A algunos profesionales se les pide que reciban capacitación continua a fin de aumentar sus conocimientos y habilidades. De igual modo, nosotros también debemos seguir aprendiendo a ser mejores maestros (Prov. 1:5; lea 1 Timoteo 4:13, 15).
¿Cómo podemos lograrlo? Prestando mucha atención a lo que se nos enseña todas las semanas en la reunión Vida y Ministerio. En ella se nos da valiosa capacitación que nos ayuda a predicar cada vez mejor. Por ejemplo, cuando el presidente da consejos a los que han presentado una asignación, fijémonos en las sugerencias que nos ayudarán a nosotros a mejorar. Entonces, pongámoslas en práctica la siguiente vez que hablemos con alguien de la verdad. Otra cosa que podemos hacer es pedirle al superintendente de nuestro grupo que nos ayude o que salga con nosotros a predicar. También se lo podemos pedir a otros publicadores con experiencia, a un precursor o al superintendente de circuito. Todo esto nos ayudará a manejar mejor las herramientas del kit de enseñanza. Así, disfrutaremos más de la labor de predicar y enseñar.
¿Qué experimentamos cuando cumplimos plenamente con nuestro ministerio?
Qué gran honor es que Jehová nos permita ser sus “colaboradores” (1 Cor. 3:9). Cuando nos aseguramos de “las cosas más importantes” y nos centramos en el ministerio cristiano, servimos “a Jehová con regocijo” (Filip. 1:10; Sal. 100:2). Los ministros de Dios tenemos la certeza de que él nos dará el poder que necesitemos para cumplir con nuestro ministerio sin importar cuáles sean nuestros problemas y limitaciones (2 Cor. 4:1, 7; 6:4). Sea que nuestras circunstancias nos permitan predicar mucho o poco, servir a Dios con toda el alma nos da motivos para sentirnos alegres (Gál. 6:4). Al cumplir plenamente con nuestro ministerio, demostramos nuestro amor a Jehová y al prójimo. ¿Con qué resultado? La Biblia dice: “Haciendo esto te salvarás a ti mismo y también a los que te escuchan” (1 Tim. 4:16).
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