TEXTO DIARIO, De hoy Miércoles 17 de febrero del 2021, Háganse imitadores de Dios, como hijos amados, y sigan andando en amor (Efes. 5:1, 2).
Examinemos las Escrituras todos los días 2021
Miércoles 17 de febrero del 2021
Háganse imitadores de Dios, como hijos amados, y sigan andando en amor (Efes. 5:1, 2).
Dios demostró el amor que nos tiene dando la vida de su Hijo para rescatarnos (Juan 3:16). ¿Cómo podemos copiar el amor de Jehová? Pensando que nuestros hermanos son muy valiosos y recibiendo con alegría a las ovejas perdidas que vuelven a Jehová (Sal. 119:176; Luc. 15:7, 10). Demostramos que amamos a los hermanos dando de nosotros, como por ejemplo, ayudándolos en momentos de necesidad (1 Juan 3:17). Jesús mandó a sus seguidores que mostraran un amor sacrificado (Juan 13:34, 35). Este mandamiento es nuevo porque no estaba incluido en la Ley que Dios le dio a Israel. Jesús dijo que debemos amar a nuestros hermanos como él nos amó. Debemos amarlos incluso más que a nosotros mismos, amarlos hasta el punto de estar dispuestos a dar nuestra vida por ellos, tal como hizo Jesús. Y para eso hace falta un amor sacrificado. w19.05 4 párrs. 11-13.
UNA LEY QUE FOMENTA LA JUSTICIA
¿Cómo pusieron de manifiesto las acciones de Jesús su sentido de la justicia? y ¿Cómo podemos copiar el ejemplo de Jesús?
En la Biblia, la justicia se refiere básicamente a hacer lo que Dios dice que está bien y hacerlo de manera imparcial. ¿Por qué decimos que la ley del Cristo fomenta la justicia?
Primero, veamos cómo pusieron de manifiesto las acciones de Jesús su sentido de la justicia. En aquella época, los líderes religiosos judíos odiaban a las personas de otras naciones, despreciaban a la gente común y no respetaban a las mujeres. En cambio, Jesús trató a todos de manera justa e imparcial. No rechazó a las personas de otras naciones que mostraron fe en él (Mat. 8:5-10, 13). Predicó sin prejuicios a todo el mundo, a ricos y pobres por igual (Mat. 11:5; Luc. 19:2, 9). Nunca despreció a las mujeres ni las trató con dureza. Al contrario, fue respetuoso y amable con ellas, incluso con aquellas a quienes otros despreciaban (Luc. 7:37-39, 44-50).
Lecciones: Podemos copiar el ejemplo de Jesús siendo imparciales y predicando a todos los que nos escuchen, sin importar sus antecedentes sociales o religiosos. Los varones cristianos lo imitan cuando tratan a las mujeres con respeto. Al actuar así obedecemos la ley del Cristo.
¿Qué enseñó Jesús sobre la justicia, y qué lecciones aprendemos de ello?
Segundo, veamos lo que Jesús dijo sobre la justicia. Enseñó a sus discípulos principios que los ayudarían a tratar a otros de manera justa. Pensemos, por ejemplo, en la Regla de Oro (Mat. 7:12). Puesto que todos queremos que se nos trate con justicia, es así como debemos tratar a otros. ¿Cuál puede que sea el resultado? Que ellos se sientan motivados a tratarnos con justicia a nosotros. Pero ¿y si hemos sido víctimas de una injusticia? Jesús también enseñó a sus seguidores a confiar en que Jehová se encargará de que se haga justicia a quienes “claman a él día y noche” (Luc. 18:6, 7). Estas palabras son, en realidad, una promesa: nuestro justo Dios conoce muy bien las dificultades que tenemos en estos últimos días y se encargará de que se nos haga justicia cuando él lo considere oportuno (2 Tes. 1:6).
Lecciones: Si seguimos los principios que Jesús enseñó, trataremos a los demás de forma justa. Y, si hemos sufrido una injusticia en el mundo de Satanás, nos consuela saber que Jehová se encargará de que se nos haga justicia.
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