Estudio De La Atalaya, 19-25 Octubre 2020, Todos tenemos un lugar en la congregación de Jehová, Respuestas Subrayadas.
1. ¿Qué honor tenemos?
ES UN gran honor formar parte de la congregación de Jehová, pues todos disfrutamos de paz y felicidad en nuestro paraíso espiritual. Pero ¿qué lugar ocupa cada uno de nosotros en la congregación?
2. ¿Qué ejemplo utilizó el apóstol Pablo en varias de sus cartas inspiradas?
En varias de sus cartas inspiradas, el apóstol Pablo utilizó un ejemplo que nos enseña mucho sobre ese tema. Dijo que la congregación es como el cuerpo humano y los que la componen son como las partes de ese cuerpo (Rom. 12:4-8; 1 Cor. 12:12-27; Efes. 4:16).
3. ¿Qué tres lecciones analizaremos en este artículo?
En este artículo, analizaremos tres lecciones importantes que aprendemos del ejemplo que puso Pablo. Primero, veremos que cada uno de nosotros tiene un lugar en la congregación de Jehová. * Segundo, analizaremos lo que podemos hacer si nos cuesta ver cuál es nuestro lugar en la congregación. Y, tercero, veremos por qué debemos estar concentrados en hacer lo que Jehová nos haya encargado.
CADA UNO TIENE UN LUGAR EN LA CONGREGACIÓN DE JEHOVÁ
4. ¿Qué nos enseñan las palabras que leemos en Romanos 12:4, 5?
La primera lección que aprendemos del ejemplo que puso Pablo es que cada uno ocupa un lugar importante en la familia de Jehová. Pablo empezó su ejemplo diciendo: “Tal como en un solo cuerpo hay muchos miembros pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo en unión con Cristo, pero individualmente somos miembros que nos pertenecemos unos a otros” (Rom. 12:4, 5). Lo que Pablo quiso decir es que cada uno tiene una función diferente en la congregación, pero todos somos valiosos.
5. ¿Qué “regalos” le ha dado Jehová a la congregación?
Cuando pensamos en los que tienen un lugar en la congregación, quizás de inmediato pensemos en los que la dirigen (1 Tes. 5:12; Heb. 13:17). Es verdad que mediante Cristo Jehová le ha dado a la congregación “hombres como regalos” (Efes. 4:8). Estos incluyen a los miembros del Cuerpo Gobernante y sus ayudantes, los miembros de los Comités de Sucursal, los superintendentes de circuito, los instructores de escuelas, los ancianos de congregación y los siervos ministeriales. A todos estos hermanos se les ha nombrado por espíritu santo para que atiendan a las valiosas ovejas de Jehová y fortalezcan a la congregación (1 Ped. 5:2, 3).
6. Según 1 Tesalonicenses 2:6-8, ¿qué se esfuerzan por hacer los hermanos que están nombrados por espíritu santo?
A los hermanos se les nombra por espíritu santo para que atiendan distintas responsabilidades. Tal como las manos, los pies y otras partes del cuerpo realizan funciones que benefician al cuerpo entero, los hermanos nombrados realizan funciones que benefician a toda la congregación. En vez de buscar las alabanzas de los demás, se esfuerzan por animar y fortalecer a sus hermanos (lea 1 Tesalonicenses 2:6-8). Le damos gracias a Jehová por tener en la congregación a estos hermanos maduros que ponen los intereses de los demás por delante de los suyos.
7. ¿Qué bendiciones disfrutan los precursores y los misioneros?
Puede que en nuestra congregación haya misioneros, precursores especiales o precursores regulares. De hecho, en todo el mundo hay hermanos y hermanas que se dedican a predicar y hacer discípulos a tiempo completo. De este modo han ayudado a muchos a hacerse discípulos de Cristo Jesús. Aunque por lo general estos hermanos tienen poco en sentido material, Jehová les ha regalado una vida llena de bendiciones (Mar. 10:29, 30). ¿Verdad que nos sentimos agradecidos de tener a estos queridos hermanos en la congregación?
8. ¿Por qué es valioso para Jehová cada publicador?
Entonces, ¿son los hermanos nombrados y los siervos de tiempo completo los únicos que tienen un lugar en la congregación? Por supuesto que no. Cada publicador es importante para Jehová y para la congregación (Rom. 10:15; 1 Cor. 3:6-9). Esto es así porque uno de los objetivos más importantes de la congregación es hacer discípulos de Cristo (Mat. 28:19, 20; 1 Tim. 2:4). Todos los publicadores de la congregación, bautizados o no, se esfuerzan por que esta obra sea lo más importante en su vida (Mat. 24:14).
9. ¿Por qué valoramos a nuestras hermanas?
¿Qué podemos decir de las hermanas?. Porque Jehová les da un lugar importante en la congregación. Él valora a las esposas, madres, viudas y hermanas solteras que le sirven con lealtad. La Biblia destaca el buen ejemplo de muchas mujeres que agradaron a Dios por su sabiduría, fe, entusiasmo, valor, generosidad y buenas obras (Luc. 8:2, 3; Hech. 16:14, 15; Rom. 16:3, 6; Filip. 4:3; Heb. 11:11, 31, 35). En las congregaciones, hay hermanas que demuestran estas hermosas cualidades. Qué agradecidos le estamos a Jehová por tenerlas con nosotros.
10. ¿Por qué valoramos a los hermanos mayores?
También contamos con la bendición de tener a muchos hermanos mayores. Algunos llevan toda su vida sirviendo a Jehová con lealtad. Otros quizás hayan conocido la verdad en años recientes. En cualquier caso, puede que estén luchando con los achaques de la edad y que ya no puedan hacer tanto en la congregación y en el ministerio. Aun así, hacen todo lo posible en la predicación y usan sus energías para animar y capacitar a otros. ¡Y cuánto nos enseña su experiencia! Sin duda, son hermosos para Jehová y para nosotros (Prov. 16:31).
11, 12. ¿Cómo lo anima a usted el ejemplo de los jóvenes de su congregación?
Pensemos también en los jóvenes. No es fácil para ellos crecer en este mundo dominado por el Diablo y sus ideas satánicas (1 Juan 5:19). Pero cuánto nos anima verlos comentar en las reuniones y predicar, y saber que defienden con valor su fe en otras ocasiones. Jóvenes, ustedes ocupan un lugar importante en la congregación de Jehová (Sal. 8:2).
Ahora bien, a algunos de nuestros hermanos y hermanas se les hace difícil creer que son útiles en la congregación. ¿Qué puede ayudarnos a ver que cada uno de nosotros tiene un lugar en ella? Veamos.
ILUSTRACIÓN
En la imagen que abarca los párrafos 5-12 vemos en la primera parte de está, cómo un anciano le está dando la bienvenida a un visitante. Esta es una de las muchas acciones que los hermanos que llevan la delantera se preocupan por llevar a cabo con el objetivo de que en la congregación todos nos sintamos cómodos incluyendo a los que quizá van por primera vez.
CÓMO VER CUÁL ES NUESTRO LUGAR EN LA CONGREGACIÓN
13, 14. ¿Por qué podrían pensar algunos que no son útiles en la congregación?
La segunda lección del ejemplo que puso Pablo nos hace pensar en un problema que tienen muchos hoy día, y es que les cuesta creer que son útiles en la congregación. Pablo escribió: “Si el pie dijera ‘Como no soy mano, no soy parte del cuerpo’, no por eso dejaría de ser parte del cuerpo. Y, si la oreja dijera ‘Como no soy ojo, no soy parte del cuerpo’, no por eso dejaría de ser parte del cuerpo” (1 Cor. 12:15, 16). ¿Qué aprendemos de estas palabras?
Si nos comparamos con otros hermanos de la congregación, tal vez no logremos ver lo que valemos. Algunos hermanos son excelentes maestros, organizadores o pastores. Y quizás pensemos que no somos tan buenos como ellos. Esto muestra que somos humildes y modestos (Filip. 2:3). Pero cuidado. Si nos pasamos la vida comparándonos con los que destacan por sus habilidades, nos desanimaremos. Como indicó Pablo, puede que hasta lleguemos a pensar que no aportamos nada a la congregación.
¿Qué puede ayudarnos a luchar contra esos sentimientos?
15. De acuerdo con 1 Corintios 12:4-11, ¿qué debemos reconocer sobre cualquier habilidad que tengamos?
Pensemos en esto: a algunos cristianos del siglo primero Jehová les dio dones milagrosos del espíritu santo, pero no todos tenían los mismos dones (lea 1 Corintios 12:4-11). Aunque a cada cristiano Jehová le concedió distintos dones y talentos, todos ellos eran valiosos. Es cierto que hoy no tenemos los dones milagrosos del espíritu santo, pero el principio no ha cambiado. Puede que no todos tengamos las mismas habilidades, pero todos somos valiosos para Jehová.
16. ¿Qué consejo del apóstol Pablo debemos seguir?
En vez de compararnos con otros cristianos, sigamos el consejo del apóstol Pablo: “Que cada uno examine sus propias acciones, y entonces tendrá razones para alegrarse por lo que él mismo ha hecho, sin compararse con otra persona” (Gál. 6:4).
17. ¿Cómo nos beneficiará seguir el consejo de Pablo?
Si seguimos el consejo de Pablo y examinamos nuestras propias acciones, puede que empecemos a ver que tenemos talentos que otros no tienen. Por ejemplo, quizás un anciano no sea muy buen maestro cuando está en la plataforma, pero sí en la obra de hacer discípulos. O puede que no sea tan organizado como otros ancianos de su congregación, pero que se le conozca por ser un pastor amoroso a quien los hermanos acuden para pedirle consejos de la Biblia. O tal vez tenga la reputación de ser hospitalario (Heb. 13:2, 16). Cuando tengamos claro cuáles son nuestros puntos fuertes, veremos que tenemos razones para alegrarnos por lo que aportamos a la congregación. Y, además, será menos probable que envidiemos a los hermanos que tienen talentos distintos a los nuestros.
18. ¿Cómo podemos ser mejores maestros?
Sin importar el lugar que ocupemos en la congregación, todos debemos ponernos la meta de mejorar en nuestro servicio y ser mejores maestros. Con ese fin, Jehová nos capacita mediante su organización. Por ejemplo, en la reunión de entre semana se nos enseña cómo ser más hábiles en el ministerio, si aprovechamos al máximo esta capacitación podremos beneficiarnos y mejorar en nuestro servicio y ser mejores maestros.
19. ¿Cómo podemos alcanzar la meta de asistir a la Escuela para Evangelizadores del Reino?
Otro excelente programa de capacitación es el de la Escuela para Evangelizadores del Reino, que está disponible para hermanos y hermanas que están en el ministerio de tiempo completo y tienen entre 23 y 65 años. ¿Nos parece que es una meta inalcanzable? En vez de hacer una lista con las razones por las que no podemos asistir, hagamos una con los motivos por los que sí deseamos asistir. Luego tracemos un plan que nos ayude a llenar los requisitos. Con la ayuda de Jehová y con nuestro esfuerzo, lo que parecía imposible puede hacerse realidad.
USEMOS NUESTROS TALENTOS PARA ANIMAR A LA CONGREGACIÓN
20. ¿Qué aprendemos de Romanos 12:6-8?
La tercera lección que aprendemos del ejemplo que puso Pablo se encuentra en Romanos 12:6-8 (léalo). Aquí, Pablo vuelve a decir que todos en la congregación tenemos distintos talentos. Pero ahora recalca que cada uno debe utilizar los que tenga para animar y fortalecer a la congregación.
21, 22. ¿Qué aprendemos de lo que les pasó a Robert y Felice?
Veamos lo que le pasó a un anciano a quien llamaremos Robert. Tras haber servido en el extranjero, lo asignaron al Betel de su país. Aunque le aseguraron que el cambio no era porque hubiera hecho algo mal, dijo: “Por meses, estuve muy negativo, sentía que era un fracaso. Hubo momentos en los que me dieron ganas de irme de Betel”. ¿Cómo recuperó la alegría? Un anciano le recordó que lo que Jehová nos ha enseñado en asignaciones anteriores nos ayuda a ser más útiles en la que tenemos ahora. Lo que aprendemos de esta experiencia es que debemos dejar atrás el pasado y centrarnos en lo que podemos hacer en el presente.
Algo parecido le ocurrió al hermano Felice Epíscopo. Él y su esposa se graduaron de Galaad en 1956 y sirvieron en la obra de circuito en Bolivia. En 1964 tuvieron un hijo. Felice contó: “Se nos hizo difícil dejar nuestra querida asignación. Debo admitir que desperdicié un año lamentándome. Pero, con la ayuda de Jehová, cambié de actitud y me centré en mi nuevo papel de padre”. ¿Nos sentimos como Robert o Felice? ¿Estamos desanimados porque ya no tenemos las responsabilidades de servicio que teníamos antes? Si es así, nos sentiremos más felices si nos concentramos en lo que podemos hacer ahora para servir a Jehová y a nuestros hermanos. Mantengámonos ocupados y utilicemos nuestros talentos para ayudar a otros. Y nos sentiremos felices al animar a la congregación.
23. a) ¿Para qué debemos sacar tiempo? b) ¿Qué analizaremos en el siguiente artículo?
Para Jehová, cada uno de sus siervos es muy valioso. Él desea que nos sintamos parte de su familia. a). Si sacamos tiempo para meditar en lo que podemos hacer para animar a nuestros hermanos y nos esforzamos por alcanzar ese objetivo, es más probable que veamos cuál es nuestro lugar en la congregación. Ahora bien, b). ¿cómo vemos a los demás? ¿Cómo podemos demostrar que los valoramos? En el siguiente artículo, analizaremos esta cuestión importante.
¿QUÉ APRENDIMOS DE ESTOS TEXTOS?
Romanos 12:4, 5
Lo que aprendimos de estos versículos es que, aunque cada uno de nosotros tenemos funciones distintas dentro de la congregación, todos ocupamos un lugar importante en la familia de Jehová.
1 Corintios 12:15, 16
En este texto aprendimos a no desanimarnos si sentimos que no hacemos tanto cómo otros en la congregación. Al igual que un pie no hace lo mismo que una mano, o una oreja no hace lo mismo que un ojo, estos miembros son igual de importantes porque a nadie le gustaría perder una oreja o un pie. De manera parecida, Jehová aprecia y valora por igual el trabajo que cada uno hacemos en la congregación.
Romanos 12:6-8
En estos versículos aprendimos que todos en la congregación tenemos distintos talentos y que cada uno debemos utilizar los que tengamos para animar y fortalecer a la congregación.
Gracias hermanos por poner la rebista