Estudio De La Atalaya, 26 Octubre 1 Noviembre 2020, Respetemos el lugar de los demás en la congregación de Jehová, Respuestas Subrayadas.
1. ¿Qué le da Jehová a cada uno de sus siervos fieles?
CON amor, Jehová le da un lugar en su congregación a cada uno de sus siervos fieles. Aunque tenemos diferentes funciones, todos somos valiosos y todos nos necesitamos unos a otros. El apóstol Pablo nos ayuda a comprender esta importante lección. ¿De qué manera?
2. Según Efesios 4:16, ¿por qué debemos valorarnos y cooperar unos con otros?
Como indica el texto temático de este artículo, Pablo destacó que no podemos mirar a otro siervo de Jehová y pensar “No te necesito” (1 Cor. 12:21). Para que haya paz en la congregación, debemos valorarnos y cooperar unos con otros (lea Efesios 4:16). Cuando hay unidad, los hermanos se fortalecen y se sienten queridos.
3. ¿Qué analizaremos en este artículo?
¿En qué campos podemos demostrar que respetamos a nuestros hermanos? En este artículo, primero veremos cómo pueden los ancianos respetar a los demás ancianos. Luego, analizaremos cómo podemos todos mostrar que valoramos a nuestros hermanos y hermanas que no están casados. Y, por último, veremos cómo podemos demostrar que apreciamos a quienes no hablan bien nuestro idioma.
ANCIANOS, RESPETEN A SUS COMPAÑEROS ANCIANOS
4. ¿Qué consejo de Pablo que se encuentra en Romanos 12:10 deben seguir los ancianos?
A todos los ancianos se les nombra por el espíritu santo de Jehová, pero cada uno tiene sus talentos y sus puntos fuertes (1 Cor. 12:17, 18). Puede que algunos estén recién nombrados y no tengan mucha experiencia, mientras que otros no puedan hacer tanto por la edad o la mala salud. Pero ningún anciano debería mirar a alguno de sus compañeros y pensar “No te necesito”. Más bien, todos deben seguir el consejo de Pablo que se encuentra en Romanos 12:10 (léalo).
5. ¿Cómo muestran los ancianos que respetan a sus compañeros, y por qué es tan necesario que lo hagan?
Los ancianos muestran que respetan a sus compañeros escuchándolos con atención. Esto es especialmente necesario cuando se reúnen para analizar asuntos importantes. ¿Por qué? Fijémonos en lo que dijo La Atalaya del 1 de octubre de 1988: Porque “Los ancianos reconocerán que Cristo puede dirigir por espíritu santo la mente de cualquier anciano del cuerpo de ancianos para suministrar el principio bíblico necesario para tratar con cualquier situación o tomar cualquier decisión importante. (Hechos 15:6-15.) Ningún anciano monopoliza el espíritu dentro del cuerpo [de ancianos]”.
6. a) ¿Qué ayudará a los ancianos a trabajar en unidad? b) ¿Cómo se beneficia la congregación?
Si un anciano respeta a sus compañeros, no tratará de ser siempre el primero en dar su opinión en las reuniones de ancianos. No dominará la conversación ni creerá que siempre tiene razón. Al contrario, dirá lo que piensa con humildad y modestia, y escuchará con atención a los demás. Por encima de todo, estará dispuesto a analizar los principios bíblicos y a seguir la guía del “esclavo fiel y prudente” (Mat. 24:45-47). Cuando los ancianos tratan los asuntos con amor y respeto, el espíritu santo de Dios está con ellos y los ayuda a tomar decisiones que fortalecen a la congregación (Sant. 3:17, 18).
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Varias imágenes: Una reunión del cuerpo de ancianos. 1. Un anciano de más edad habla mientras los demás lo escuchan. 2. En la misma reunión, un anciano joven habla mientras los demás lo escuchan. Los ancianos demuestran que respetan a los demás ancianos escuchándolos con atención.
RESPETEMOS A LOS HERMANOS QUE NO ESTÁN CASADOS
7. ¿Qué opinaba Jesús de la soltería?
En nuestras congregaciones, no solo hay matrimonios y familias con hijos, sino también muchos hermanos y hermanas que no están casados. ¿Cómo deberíamos ver a estos hermanos solteros? Repasemos lo que Jesús opinaba de la soltería. Cuando estuvo en la Tierra, permaneció sin casarse y dedicó todo su tiempo y atención a su ministerio. Nunca enseñó que fuera obligatorio para los cristianos casarse o permanecer solteros. Pero sí dijo que algunos cristianos decidirían no casarse (Mat. 19:11, 12). * Él respetaba a quienes no estaban casados y no pensaba que fueran inferiores o que les faltara algo en su vida.
8. Según dijo Pablo en 1 Corintios 7:7-9, ¿en qué debían pensar los cristianos?
Igual que Jesús, el apóstol Pablo fue un ministro de Dios soltero. Nunca enseñó que estuviera mal casarse. Sabía que esto era una cuestión personal. Aun así, animó a los cristianos a pensar en si podían servir a Jehová sin casarse (lea 1 Corintios 7:7-9). Sin duda, Pablo no menospreció a los solteros. De hecho, escogió al joven Timoteo, que no estaba casado, para que atendiera responsabilidades de peso (Filip. 2:19-22). * Por lo tanto, estaría mal pensar que un hermano está mejor o peor capacitado solo porque está o no está casado (1 Cor. 7:32-35, 38).
9. ¿Qué podemos decir del matrimonio y de la soltería?
Ni Jesús ni Pablo enseñaron que fuera obligatorio casarse o permanecer soltero. Entonces, ¿qué podemos decir del matrimonio y de la soltería? La Atalaya del 1 de octubre de 2012 lo expresó muy bien: “En realidad, ambos estados pueden considerarse un regalo de Dios. […] En cuanto a la soltería, Jehová no ve ese estado como una fuente de dolor y vergüenza”. Está claro que debemos respetar el lugar que ocupan los solteros en la congregación.
10. ¿Cómo podemos demostrar que respetamos a los hermanos solteros?
¿Cómo podemos demostrar que respetamos los sentimientos y las circunstancias de los hermanos solteros? Debemos recordar que algunos cristianos son solteros por decisión personal. A otros les gustaría casarse, pero no han encontrado a la persona adecuada. Otros tal vez han enviudado. Sea cual sea el caso, no debemos preguntarles por qué no están casados ni ofrecerles ayuda para encontrar pareja. Claro, puede que algunos nos pidan ayuda. Pero, si no, antes de ofrecernos pensemos en cómo los haríamos sentir (1 Tes. 4:11; 1 Tim. 5:13). Veamos lo que han dicho algunos de ellos.
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Una hermana mayor sentada en el Salón del Reino mira a un cristiano soltero que habla con otros dos hermanos y piensa en cuatro hermanas solteras con las que podría emparejarlo.
11, 12. ¿Cómo podríamos desanimar a los solteros sin querer?
Un superintendente de circuito soltero que atiende muy bien su asignación piensa que estar soltero tiene muchas ventajas. Pero dice que a veces se siente desanimado cuando algunos hermanos le preguntan por qué no se ha casado, aunque lo hagan con buena intención. Un hermano soltero que sirve en una sucursal cuenta: “A veces, me da la sensación de que algunos hermanos sienten lástima por los solteros, como si la soltería fuera una carga y no un regalo”.
Preguntándoles porque no se han casado o haciéndoles sentir que el hecho de que estén solteros nos causa lástima. Otra cosa también que les puede desanimar es provocando situaciones incómodas intentando emparentar o hacer parejitas dentro del grupo de jóvenes solteros de nuestra congregación.
Una hermana soltera que sirve en Betel explica: “Algunos hermanos dan por hecho que todos los solteros quieren casarse o que ven toda reunión social como una oportunidad para encontrar pareja. En una ocasión, me enviaron a hacer un trabajo a otra parte del país y llegué una noche que había reunión. La hermana con la que me iba a quedar me dijo que en su congregación había dos hermanos de mi edad. Me aseguró que no trataba de buscarme novio, pero tan pronto entramos en el Salón del Reino me agarró y me llevó hasta donde estaban los dos hermanos para presentármelos. ¡Qué vergüenza pasamos los tres!”.
13. ¿Qué animó a una hermana soltera?
Otra soltera que sirve en Betel dice: “Conozco precursores solteros de cierta edad que son equilibrados y abnegados, que están centrados y felices en su servicio, y que aportan mucho a su congregación. No se van a los extremos: no se sienten superiores por estar solteros ni inferiores por no estar casados ni tener hijos”. Qué bonito es estar en una congregación donde a uno se le respeta y valora, donde a nadie se le tiene lástima ni envidia y a nadie se le ignora ni se le pone en un pedestal. Todos se sienten queridos.
El hecho de conocer a hermanos que independientemente que si están casados o solteros son equilibrados y abnegados, que están centrados y felices en su servicio, y que aportan mucho a su congregación, animo mucho a esta hermana.
14. ¿Cómo demostramos que respetamos a los solteros?
Nuestros hermanos solteros agradecen que, en vez de juzgarlos por su situación, los valoremos por sus buenas cualidades. No sintamos lástima de ellos. Más bien, valoremos su fidelidad. Si lo hacemos, nunca se sentirán como si les estuviéramos diciendo “No te necesito” (1 Cor. 12:21). Al contrario, sabrán que los respetamos y que valoramos su lugar en la congregación.
RESPETEMOS A QUIENES NO HABLAN BIEN NUESTRO IDIOMA
15. ¿Qué cambios han hecho algunos publicadores para ampliar su ministerio?
En los últimos años, muchos publicadores se han propuesto aprender un idioma para ampliar su ministerio. Esto ha implicado hacer cambios. Se han mudado de una congregación en la que se habla su idioma a otra donde se necesita ayuda para predicar en otro idioma (Hech. 16:9). Esta es una decisión personal. Aunque les lleve años hablar bien el nuevo idioma, son de gran ayuda en la congregación. Con sus buenas cualidades y experiencia, fortalecen a los hermanos. ¿Verdad que valoramos sus esfuerzos?
16. ¿En qué deben basarse los ancianos al decidir si recomendarán a un hermano?
¿Estaría bien que un cuerpo de ancianos no recomendara a un hermano para ser anciano o siervo ministerial solo porque todavía no habla bien el idioma de la congregación? No. La evaluación del hermano debe basarse en los requisitos bíblicos para los ancianos y los siervos ministeriales, y no en lo bien que habla el idioma (1 Tim. 3:1-10, 12, 13; Tito 1:5-9).
17. ¿Qué deben decidir las familias que se mudan a otro país?
Algunas familias se han mudado a otro país como refugiados o para buscar trabajo. Puede que los hijos vayan a la escuela en el idioma principal del nuevo país y que los padres también tengan que aprenderlo para encontrar empleo. Pero supongamos que hay una congregación o un grupo en su idioma materno. ¿A cuál deberían acudir? ¿A la de su idioma o a la del idioma del país?
18. De acuerdo con lo que dice Gálatas 6:5, ¿cómo demostramos que respetamos la decisión del cabeza de familia?
El cabeza de familia debe decidir a qué congregación asistirán. Para ello, debe tomar en cuenta lo que sea mejor para su familia (lea Gálatas 6:5). Como se trata de una cuestión personal, debemos respetar la decisión del cabeza de familia. Aceptemos lo que decida y recibamos con cariño a la familia en la congregación (Rom. 15:7).
19. ¿Qué debe hacer el cabeza de familia si sus hijos no entienden bien el idioma de la congregación?
Es posible que algunas familias estén en una congregación en la que se habla el idioma materno de los padres. Pero, si los hijos van a la escuela en el idioma del país, puede que no hablen bien el idioma de sus padres. Por eso, quizás les resulte difícil entender las reuniones y no progresen en sentido espiritual. En una situación como esta, el cabeza de familia debe orar y pensar en cómo ayudar a sus hijos para que estén más cerca de Jehová y de su pueblo. Hay dos opciones: o les enseñan a sus hijos a hablar bien el idioma materno, o se plantean mudarse a una congregación en un idioma que sus hijos entiendan bien. En cualquier caso, la congregación a la que decidan ir debe hacer que toda la familia se sienta respetada y valorada.
20. ¿Cómo mostramos que respetamos a quienes están aprendiendo un idioma?
Por todas las razones que hemos visto, en muchas congregaciones hay hermanos que se esfuerzan por aprender un idioma. Quizás les cueste expresarse; pero, si no nos obsesionamos con sus limitaciones, veremos su amor a Jehová y su deseo de servirle. Eso hará que los respetemos y valoremos de corazón. No pensaremos que no los necesitamos simplemente porque no hablen bien nuestro idioma.
ILUSTRACIÓN
Durante una reunión, un hermano que está aprendiendo un idioma lee un comentario que ha preparado. Los demás lo miran con respeto.
TODOS SOMOS VALIOSOS PARA JEHOVÁ
21, 22. ¿Por qué le damos muchas gracias a Jehová?
Le damos muchas gracias a Jehová por habernos dado a todos un lugar en su congregación. No importa si somos hombres o mujeres, si estamos solteros o casados, si somos jóvenes o mayores, o si hablamos mejor o peor un idioma: todos somos valiosos para Jehová y para los hermanos (Rom. 12:4, 5; Col. 3:10, 11).
Qué lecciones tan bonitas hemos aprendido del ejemplo que puso Pablo sobre el cuerpo humano. Si las ponemos en práctica, buscaremos incluso más maneras de demostrar que valoramos nuestro lugar y el de los demás en la congregación de Jehová.
¿QUÉ CONTESTARÍA?
¿Cómo pueden los ancianos demostrar que respetan a sus compañeros ancianos?
Escuchándolos con atención sobre todo cuando se reúnen para analizar asuntos importantes. Esto es necesario porque cómo lo dijo La Atalaya del 1 de octubre de 1988: “Cristo puede dirigir por espíritu santo la mente de cualquier anciano del cuerpo de ancianos (sea joven o mayor de edad) para suministrar el principio bíblico necesario para tratar con cualquier situación o tomar cualquier decisión importante. Por esto ningún anciano debe monopolizar el espíritu dentro del cuerpo [de ancianos]”.
¿Cómo podemos demostrar que respetamos a los hermanos solteros?
El párrafo 10 fue claro y dijo que la mejor manera de respetar a nuestros hermanos solteros es NO PREGUNTÁNDOLES por qué no están casados NI OFRECERLES ayuda para encontrar pareja. El párrafo no dijo, preguntándoles con tacto, más bien claramente dijo NO LES PREGUNTEN. La única manera en la cual podemos ofrecer nuestra ayuda es si alguno de ellos nos la pide.
¿Cómo podemos demostrar que respetamos a los hermanos que no hablan bien nuestro idioma?
Al no obsesionarnos con sus limitaciones o incluso burlándonos de sus esfuerzos, más bien demostrarles que admiramos sus esfuerzos y motivándolos para que no se rindan. Eso evitará que piensen que no los necesitamos simplemente porque no hablan bien nuestro idioma.
gracias