TESOROS DE LA BIBLIA, 25 de abril a 1 de mayo de 2022, “¿Se deja usted llevar por los impulsos?”, Discurso Preparado.

“¿Se deja usted llevar por los impulsos?” (10 mins.)

¿Cuándo fue la última vez que usted hizo o dijo algo de lo que después se arrepintió? Creo que la mayoría de nosotros en algún momento de nuestra vida, hicimos algo así.

Les menciono una situación que la historia tiene registrada por el historiador Plutarco. Cuando Alejandro Magno, el emperador o el rey de Grecia, vio que había un problema con su amigo íntimo, cedió a su mal genio y arrojó una manzana contra su amigo. Estando todavía airado, agarró una lanza y atravesó a su amigo matándolo. Según el historiador Plutarco dice que cuando el rey vio lo que había hecho, iba a matarse él mismo. Pero los guardias intervinieron, agarraron sus manos y lo llevaron a la fuerza a su habitación. Toda esa noche y el día siguiente lloró amargamente Alejandro Magno por lo que había hecho.

Situaciones como estas están registradas en la historia. Pero también a diario se puede escuchar que muchos no controlan su mal carácter y vienen serias consecuencias. De eso vamos a hablar en esta sección de Tesoros de la Biblia. Con el título: «¿Se deja usted llevar por los impulsos?» y utilizaremos el ejemplo del rey David. Como él también estuvo a punto de hacer lo mismo que Alejandro Magno, asesinar a muchas personas. Analicemos con la Biblia. La situación tiene que ver aquí. David, sus hombres, Nabal y sus familiares y también sus servidores. 

VAMOS A LEER: 1 Samuel 25:7,11.

7 He oído que ahora estás esquilando las ovejas. Pues bien, cuando tus pastores estaban con nosotros, no los molestamos, y nadie les quitó nada durante todo el tiempo que estuvieron en Carmelo. 8  Pregúntales a tus hombres y ellos te lo dirán. Por eso te ruego que recibas bien a los míos, porque hemos llegado en una época de mucha alegría. Por favor, dales a tus siervos y a tu hijo David cualquier cosa que puedas darnos». 9 Así que los hombres de David subieron y le dieron a Nabal este mensaje de David. Cuando terminaron, 10  Nabal les dijo a los siervos de David: “¿Y quién es ese David? ¿Qué se cree el hijo de Jesé? Hoy en día hay muchos siervos que se escapan de sus amos. 11  ¿Por qué iba yo a darles mi pan y mi agua y la carne que he preparado para mis esquiladores a unos hombres que vienen de quién sabe dónde?”.

¡Cuánto desprecio en estas palabras de Nabal hacia David!, La situación era la siguiente: mientras estaba David y sus hombres en este sector ayudaron a cuidar las ovejas. Estaban muy, pero muy lejos de lugar original de donde vivía Nabal. Debido a la cantidad de animales, su rebaño era tan grande que podría estar en peligro por estar tan lejos y no había quien cuidara completamente la gran cantidad de animales. El rey David y sus hombres voluntariamente ayudaron a cuidar sin pedir nada a cambio.

Pero la situación era diferente. Era un momento de alegría, la época de esquilar las ovejas y de ver el buen resultado de mantener con vida estos animales. David estaba pidiendo algo justo. Ni siquiera decía la cantidad que querían que les den. Él dijo claramente. Que les den cualquier cosa que pueda darle. Según dice al final del versículo ocho. Nabal los insultó. Vemos incluso que hasta David se llamó tu hijo David.

Curiosamente Nabal dijo que no conocía a David, pero también dijo que se cree el hijo de Jesé. Así que había una contradicción. La ira que vino aquí a David fue grande.

VAMOS A LEER: 1 Samuel 25:13,21,22.

13 Al instante, David les ordenó a sus hombres: “¡Que cada uno tome su espada!”. Así que todos se colocaron su espada, y David también. Unos 400 hombres subieron con él, y unos 200 se quedaron vigilando las pertenencias. 21  David había estado diciendo: “Yo protegí todo lo que este individuo tenía en el desierto, pero no ha servido para nada. Nadie le quitó nada, y aun así él me devuelve mal por bien. 22  Si antes de la mañana yo no he acabado con todos sus hombres, que Dios castigue severamente a los enemigos de David”.

Como notamos, David estaba dispuesto a arreglar el asunto de una vez por todas. Verdad que en ocasiones hemos nosotros querido reaccionar así. Sinceramente, eso pasa a cualquiera cuando recibimos un trato injusto de parte de otras personas. ¿Qué hacer en estos casos? ¿Deberíamos dejarnos llevar por nuestros impulsos cuando estamos enojados? Hay situaciones como si estamos haciendo la fila para comprar algo y vemos que otra persona de repente entra en la fila más adelante que nosotros.

Hay situaciones que realmente exasperan. Es ahí donde debemos nosotros ejercer el autocontrol o cuando alguien verbalmente nos trata mal, diciéndonos cosas que hieren, que duelen realmente. Ese es el momento en el que podemos nosotros pensar en palabras como las que indica Proverbios 15:28 que «el corazón del justo medita antes de responder». Reamente tener el autocontrol en esos momentos es bastante complicado, pero no imposible de hacerlo.

En el ministerio en ocasiones tenemos que hacerlo y esa es una gran manera de demostrar que nosotros somos más fuertes que la persona que nos está hiriendo verbalmente.

VAMOS A LEER: 1 Samuel 25:25,26.

25 Por favor, mi señor, no le hagas caso a Nabal. Es un hombre despreciable que hace honor a su nombre. Se llama Nabal y es un insensato. Pero yo, tu sierva, no vi a los hombres que mi señor envió. 26  Y ahora, señor mío, tan cierto como que Jehová y tú viven, es Jehová quien te está frenando para que no te tomes la justicia por tu mano y te hagas culpable de derramar sangre. Que tus enemigos y los que quieren hacerte daño se vuelvan como Nabal.

Vemos que Abigail asume el error de Nabal y le pide por eso que la perdone y después reconoce la clase de hombre que era él y que para qué ensuciarse las manos acabando con alguien así?

Nosotros también queremos ser muy cuidadosos en la manera como tratamos a otros o de cómo reaccionamos al trato que otros nos den. En Proverbios 22:3 también se dice, «El prudente ve el peligro y se esconde, pero los inexpertos siguen adelante y sufren las consecuencias». Queremos nosotros demostrarle a Jehová que no nos dejamos llevar por nuestros impulsos, más bien lo sabemos controlar. Eso hará que nosotros no nos estemos arrepintiendo de cosas que digamos o hagamos y que realmente puede afectar o a la salud o dignidad de otros.

Qué bueno que ejemplos bíblicos como estos nos hacen pensar en ser muy cuidadosos y tener el autocontrol necesario en nuestras vidas. Que cada uno demostremos a Jehová que realmente somos personas que no nos dejamos llevar por nuestros impulsos. Más bien, nuestra conducta siempre traerá honra y gloria a su nombre.

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Por toolsjw

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