TEXTO DIARIO, De hoy Domingo 21 de marzo del 2021.
Examinemos las Escrituras todos los días 2021
Domingo 21 de marzo del 2021
Los hijos son una herencia de Jehová (Sal. 127:3).
Tanto el padre como la madre deben dedicarles mucho tiempo y energías a los hijos. Así pues, si tienen varios muy seguidos, puede que les resulte difícil darle a cada uno la atención que necesita y merece. Algunas parejas que han pasado por esa situación dijeron que se sintieron agobiadas. Quizás la madre esté siempre agotada física y emocionalmente, y por ello no tenga energías para estudiar, orar y predicar con regularidad. También puede que se le dificulte concentrarse en las reuniones y beneficiarse de ellas. Claro, el esposo que ama a su esposa hará lo posible por ayudarla en las reuniones y en el hogar. Por ejemplo, colaborará con las tareas de la casa, se esforzará para que todos disfruten de la noche de adoración cada semana y tendrá la costumbre de salir a predicar con su familia. w19.12 24 párr. 8.
CÓMO ENSEÑAR A LOS HIJOS A AMAR A JEHOVÁ
¿Qué es fundamental que hagan los padres que quieren ayudar a sus hijos?
¿Qué pueden hacer los padres para enseñar a sus hijos a amar a Jehová? ¿Cómo pueden protegerlos de los peligros de este mundo malvado? Veamos algunas sugerencias.
Pidan en oración la ayuda de Jehová. Fijémonos en el ejemplo de Manóah y su esposa. Cuando él se enteró de que tendrían un hijo, Sansón, le suplicó a Jehová que le dijera cómo educarlo.
¿Qué pueden hacer los padres para seguir el ejemplo de Manóah, como muestra Jueces 13:8?
Nihad y Alma, de Bosnia-Herzegovina, copiaron el ejemplo de Manóah. Cuentan: “Igual que Manóah, le suplicamos a Jehová que nos enseñara a ser buenos padres. Y él nos respondió de varias maneras: mediante la Biblia, las publicaciones, las reuniones y las asambleas” (lea Jueces 13:8).
¿Qué ejemplo les dieron a sus hijos José y María?
Enseñen con el ejemplo. Padres, lo que les dicen a sus hijos es importante. Pero es probable que influya más en ellos lo que hacen. Podemos estar seguros de que José y María les pusieron un magnífico ejemplo a sus hijos, entre ellos, Jesús. José no solo trabajó duro a fin de mantener a su familia, sino que también la animó a valorar la adoración a Jehová (Deut. 4:9, 10). “Todos los años” llevaba a su familia a Jerusalén para celebrar la Pascua, aunque la Ley no lo exigía (Luc. 2:41, 42). Puede que algunos padres de su tiempo pensaran que aquel viaje familiar era pesado, largo y caro. Sin embargo, José valoraba los asuntos espirituales y enseñó a sus hijos a hacer lo mismo. María, por su parte, conocía muy bien las Escrituras. Seguro que con sus palabras y acciones enseñó a sus hijos a amar la Palabra de Dios.
¿Qué hizo una pareja para imitar el ejemplo de José y María?
Nihad y Alma, mencionados en el párrafo 11, procuraron imitar el ejemplo de José y María a fin de ayudar a su hijo a amar y servir a Dios. Ellos cuentan lo que hicieron: “Tratamos de que nuestro modo de vivir le enseñara a nuestro hijo los beneficios de poner en práctica los principios bíblicos”. Y Nihad añade: “Hay que esforzarse por ser la clase de persona que queremos que sea nuestro hijo”.
¿Por qué deben saber los padres quiénes son los amigos de sus hijos?
Ayuden a sus hijos a tener buenos amigos. El padre y la madre tienen que saber con quién se juntan sus hijos y qué hacen. También deben saber con quién hablan a través de las redes sociales y por teléfono. Estas amistades pueden influir en su manera de pensar y actuar (1 Cor. 15:33).
¿Qué han hecho muchos padres, y cuál ha sido el resultado?
Muchos padres hacen todo lo posible para que sus hijos pasen tiempo con quienes son un buen ejemplo en el servicio a Jehová. Eso es lo que hicieron N’Déni y Bomine, un matrimonio de Costa de Marfil. Tenían la costumbre de invitar al superintendente de circuito a quedarse en su casa. N’Déni dice: “Esto tuvo un efecto muy bueno en nuestro hijo. Se hizo precursor y ahora es superintendente de circuito sustituto”. Padres, ¿pueden ustedes hacer algo parecido por sus hijos?
¿Cuándo deben empezar los padres a enseñar a sus hijos?
Empiecen a enseñar a sus hijos lo antes posible. Cuanto antes empiecen a educar a sus hijos, mejor (Prov. 22:6). Así lo hicieron la madre de Timoteo, Eunice, y su abuela Loida, quienes le enseñaron de Jehová desde que nació (2 Tim. 1:5; 3:15). Con el tiempo, Timoteo llegó a acompañar al apóstol Pablo en sus viajes.
Otra pareja de Costa de Marfil, Jean-Claude y Peace, enseñaron a sus seis hijos a amar y servir a Jehová. ¿Qué los ayudó a lograrlo? Imitaron el ejemplo de Eunice y Loida. Dicen: “Empezamos a inculcar la Palabra de Dios en nuestros hijos cuando estaban recién nacidos” (Deut. 6:6, 7).
¿Qué implica inculcar la Palabra de Dios en los hijos?
¿Qué implica inculcar la Palabra de Dios en los hijos? El verbo inculcar significa fijar en la mente una idea o concepto a fuerza de repetirlo muchas veces. Con este fin, los padres deben pasar tiempo regularmente con sus hijos. A veces, podrían sentirse frustrados por tener que repetir las cosas una y otra vez. Pero pueden verlo como una oportunidad de ayudarlos a comprender la Palabra de Dios y obedecerla.
Explique cómo podría aplicarse Salmo 127:4 a la crianza de los hijos.
Conozcan bien a sus hijos. El Salmo 127 dice que los hijos son como flechas (lea Salmo 127:4). Tal como las flechas pueden ser de materiales y tamaños diferentes, ningún niño es igual a otro. Por eso los padres deben determinar cómo educarán a cada uno de sus hijos. Un matrimonio del actual Israel que logró que sus dos hijos sirvieran a Jehová cuenta lo que los ayudó: “Estudiábamos la Biblia con cada uno de ellos por separado”. Claro, el cabeza de familia decidirá si es necesario o posible hacer esto.
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