TEXTO DIARIO, De Martes 23 de febrero 2021.
Examinemos las Escrituras todos los días 2021
Martes 23 de febrero del 2021
Él ha iluminado los ojos de su corazón (Efes. 1:18).
Jesús dio a entender que es imposible explicarle a alguien que no es ungido qué siente quien “nace de nuevo” o ha “nacido del espíritu” (Juan 3:3-8). ¿Qué cambio se produce en la manera de pensar de un cristiano cuando es ungido? Antes valoraba de todo corazón la esperanza de vivir para siempre en la Tierra. Esperaba con muchas ganas el momento en que Jehová elimine toda la maldad y convierta la Tierra en un Paraíso. Tal vez se veía dándole la bienvenida a algún familiar o amigo resucitado. Pero, tras ser ungido, su forma de pensar cambió. ¿Por qué? No es porque ya no le entusiasmara la idea de vivir en la Tierra. Tampoco es debido al estrés o los problemas, ni porque de repente le pareciera aburrido vivir para siempre en este planeta. Simplemente, Jehová usó su espíritu santo para cambiarle su manera de pensar y darle una esperanza nueva. w20.01 22, 23 párrs. 9-11.
¿ES USTED UNGIDO?
Según 1 Pedro 1:3, 4, ¿qué siente el cristiano ungido al pensar en lo que le espera?
El cristiano ungido tal vez sienta que no merece un honor tan grande, pero no tiene ninguna duda de que Jehová lo ha escogido. Al pensar en lo que le espera, rebosa de alegría y gratitud (lea 1 Pedro 1:3, 4).
¿Qué piensan los ungidos de su vida en la Tierra?
¿Quiere decir esto que los ungidos desean morir? El apóstol Pablo contesta esta pregunta. Tras comparar el cuerpo de los ungidos a una tienda de campaña, dijo: “Los que estamos en esta tienda nos lamentamos y estamos agobiados no porque queramos quitarnos esta tienda, sino porque queremos ponernos la otra, para que la vida se trague lo que es mortal” (2 Cor. 5:4). Así que no es que los ungidos hayan perdido el interés por esta vida y quieran que termine lo antes posible. Al contrario, disfrutan de esta vida y desean aprovechar cada día para servir a Jehová con sus familiares y amigos. Aun así, no importa lo que estén haciendo, siempre recuerdan la gloriosa esperanza que tienen (1 Cor. 15:53; 2 Ped. 1:4; 1 Juan 3:2, 3; Apoc. 20:6).
¿Qué cosas no prueban que alguien haya sido ungido por espíritu santo?
Puede que usted se pregunte si Jehová lo ha ungido por espíritu santo. En ese caso, es importante que se haga estas preguntas: ¿siente un intenso deseo de hacer la voluntad de Dios?, ¿predica con un entusiasmo especial?, ¿le encanta estudiar la Biblia y aprender “las cosas profundas de Dios”?, ¿considera que Jehová ha bendecido sus esfuerzos en la predicación?, ¿se siente profundamente responsable de ayudar a los demás a mejorar su relación con Dios?, ¿ha visto con claridad la mano de Jehová en muchos campos de su vida? (1 Cor. 2:10). Si la respuesta a estas preguntas es un rotundo sí, ¿prueba esto que ha recibido la llamada celestial? No, porque todos los siervos de Jehová, sean ungidos o no, pueden sentir lo mismo que usted. Además, mediante su espíritu santo, Jehová puede darle el mismo poder a cualquiera de sus siervos, sea cual sea su esperanza. En realidad, si usted no está seguro de si ha sido ungido por espíritu santo, esa misma duda indica que no lo ha sido. Los que han sido llamados no se preguntan si son ungidos; ¡están seguros de que sí!
¿Cómo sabemos que no todos los que reciben espíritu santo son elegidos para ir al cielo?
La Biblia contiene muchos casos de hombres fieles que recibieron espíritu santo pero que no tenían la esperanza de ir al cielo. Por ejemplo, David fue dirigido por el espíritu santo (1 Sam. 16:13). Este lo ayudó a entender cosas profundas sobre Jehová y lo guio para que escribiera varias secciones de la Biblia (Mar. 12:36). Aun así, el apóstol Pedro dijo que David “no subió a los cielos” (Hech. 2:34). Por otro lado, Juan el Bautista estaba “lleno de espíritu santo” (Luc. 1:13-16). Y el propio Jesús afirmó: “Entre los seres humanos, no ha habido nadie mayor que Juan el Bautista”. Aun así, explicó que Juan no formaría parte del Reino de los cielos (Mat. 11:10, 11). Jehová usó su espíritu santo para darles a estos hombres el poder de hacer cosas impresionantes, pero no lo usó para elegirlos para ir al cielo. ¿Significa eso que fueron menos fieles que los escogidos para gobernar en el cielo? No, solo significa que Jehová les devolverá la vida en el Paraíso, en la Tierra (Juan 5:28, 29; Hech. 24:15).
¿Dónde desean vivir la inmensa mayoría de los siervos de Dios de la actualidad?
En la actualidad, la inmensa mayoría de los siervos de Dios que viven en la Tierra no tienen la esperanza de ir al cielo. Al igual que Abrahán, Sara, David, Juan el Bautista y muchos otros hombres y mujeres de tiempos bíblicos, desean vivir en la Tierra bajo el Reino de Dios (Heb. 11:10).
¿Qué preguntas se contestarán en el siguiente artículo?
Todavía quedan algunos ungidos viviendo en la Tierra. Por eso, es natural que surjan ciertas preguntas (Apoc. 12:17). Por ejemplo, ¿cómo deben verse a sí mismos los ungidos? ¿Cómo debemos tratar a alguien de nuestra congregación que empieza a comer del pan y beber del vino en la Conmemoración? ¿Debemos preocuparnos si el número de quienes afirman ser ungidos aumenta año tras año? En el siguiente artículo se contestarán estas preguntas.
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